Colosenses 2:14-15 Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despo...
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Este mensaje es un recordatorio para todos los que hemos estado escuchando el evangelio de la gracia desde hace ya algún tiempo. El Señor nos está revelando el secreto de vivir una vida transformada. Es tiempo de quitar todos los puntos de toque que el diablo presiona constantemente en nuestras vidas. Lleguemos a la raíz más profunda que causa todos nuestros problemas.
Recientemente, el Señor me dijo: “Hijo, lo que te he mostrado desde hace algún tiempo −que la condenación mata− es hora de tomarlo en serio. Has estado predicando a la iglesia sobre los peligros del estrés, pero hay una raíz más profunda que el estrés”.
Tus problemas no son la raíz
Amigo mío, cuando atraviesas momentos malos, eres como una planta enfermiza con hojas enfermas. Puedes tener hojas de enfermedad, pobreza, un matrimonio roto o depresión en tu vida. Pero estas son sólo las hojas. Estas son sólo las manifestaciones de la raíz. Sería absurdo atacar las hojas porque no son la causa de tus problemas. Todos sabemos que no hay hoja si no hay raíz.
Incluso el mundo lo sabe y muchas personas en la ciencia médica están empezando a darse cuenta de que hay una raíz para la enfermedad. De hecho, un estudio realizado por un reconocido centro médico, demostró que alrededor del 70 por ciento de todas las enfermedades se deben al estrés.
La Condenación: La raíz más profunda de todas
Ahora, la raíz más profunda del estrés es el miedo. Todo estrés es causado por el miedo: miedo al fracaso, miedo a no tener lo suficiente, miedo a la muerte y así continúa. Pero esto es lo más lejos que la ciencia médica puede llegar. Ellos no pueden tocar la raíz más profunda porque es espiritual. Y la raíz más profunda de todas es la condenación. Donde hay condenación, habrá miedo. Donde hay miedo, va haber estrés. Y donde hay estrés, habrá manifestaciones de la maldición.
CONDENACIÓN - MIEDO - ESTRÉS - MANIFESTACIONES DE LA MALDICIÓN
Ahora, si no estás de acuerdo conmigo en que la causa y raíz es la condenación, permíteme referirte a Génesis, el libro de los comienzos.
¿Sabes que Adán fue plantado en medio de una obra terminada? Todo estaba preparado para él. Pero el diablo le dijo que necesitaba hacer algo con el fin de calificar para todas las cosas para las cuales ya había sido calificado. El diablo le dio una identidad equivocada. Él dijo: “No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal” (Génesis 3: 4-5).
¡La verdad es que Adán ya era como Dios! (Nota administrador: Lo hubiese sido de haber comido del Árbol de la Vida, cosa que no hizo). Pero Adán le creyó al diablo, comió del fruto y cayó. Y vino la maldición.
Antes de que hubiera pobreza, enfermedad y muerte en la vida de Adán, hubo estrés. ¿Cómo sabemos eso? Bueno, Dios dijo: “Con el sudor de tu rostro comerás el pan…” (Génesis 3:19) y el sudor habla de estrés y esfuerzo propio.
Pero si vas más profundo, encontrarás que ahí había miedo. ¿Sabes lo que Adán le dijo a Dios cuando Dios le preguntó dónde estaba? Él dijo: “Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí” (Génesis 3:10). Adán estaba asustado. Estaba temeroso. Así que la raíz más profunda del estrés es el miedo. Pero antes de tener miedo, él se sentía condenado.
La Ley condena
¿Por qué Adán se sentía condenado? Era porque comió del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. No era el árbol del mal o el árbol del pecado. Entonces, ¿a qué se refiere el árbol del conocimiento del bien y del mal? ¿Cómo causó que Adán pecara?
Amigo mío, el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal es una representación de la Ley, porque la Ley nos da el conocimiento del bien y del mal. La Biblia dice: “... por medio de la ley es el conocimiento del pecado” (Romanos 3:20). Contrariamente a la opinión popular, Dios no dio la Ley para que el hombre viviera a través de ella o para hacer al hombre santo. Dios dio la Ley para que supiéramos que somos pecadores y para que viéramos nuestra necesidad de un Salvador.
Ahora, sabemos que la Ley trae el conocimiento del pecado. Pero, ¿qué sucede cuando tienes el conocimiento del pecado? Te vas a sentir condenado. Así que, cuando piensas en la ley, piensas en condenación. No pienses de la ley como algo que nos hace hacer el bien o que hace que no hagamos el mal porque Dios no nos dio la Ley para ese propósito. La Ley condena. (Administrador: De ahí, que los que aún siendo cristianos viven bajo la Ley sienten condenación o culpabilidad).
2 Corintios 3:7, Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer, 8 ¿cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu? 9 Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación.
Las tácticas y armamento del diablo
Puedes preguntarme, “Pastor Prince, ¿qué tiene que ver la Ley con mis problemas?”
Amigo mío, nuestro enemigo el diablo es más inteligente que muchos psiquiatras, psicólogos e incluso que muchos creyentes. No se ocupa de lo periférico y de lo superficial. ¿Sabes cuál es su primer nombre? No es “ladrón” o “asesino”, aunque que él roba y asesina. Su primer nombre es Satán, que es el hebreo para “fiscal de la ley” o “acusador”.
¿Sabes cuál es el papel de un fiscal en un tribunal? Él está allí para procesarte y condenarte. Él nunca habla de tus puntos positivos. Él sacará a relucir toda tu ropa sucia y te acusará implacablemente hasta que te sientas condenado.
Así que el nombre del diablo nos dice que él va directo a la raíz de tus problemas. Él no viene a ti y te dice: “Desatiende tu negocio” o “descuida a tus hijos”. Por el contrario, viene a decirte cosas como: “¿Cómo puedes desatender tu negocio?” o “¿¡te dices cristiano!?” ¿Te dices un buen padre? ¡Eres un pésimo padre!” Él te acusa hasta que te sientas condenado. Y él usa la Ley, que es santa, buena y justa, para condenarte. Es por eso que la condenación, que es la causa y raíz de todos tus problemas, es tan sutil. Es por eso que la condenación normalmente pasa desapercibida.
Me he dado cuenta de que el diablo no ha cambiado su táctica, ni siquiera con una iglesia como la nuestra, donde predico con tanta fuerza contra la condenación. ¿Sabes por qué? ¡Porque no tiene otra táctica! ¡No tiene otra arma! El diablo no puede hacer cumplir la maldición en tu vida sin la condenación. El diablo no puede enfermarte sin la condenación. Tienes que cooperar con él y recibir la condenación primero.
Dios desarmó al Diablo en la Cruz
Colosenses 2:14-15, Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
Amplified Bible (AMP):
Colosenses 2:14, habiendo cancelado el [g] certificado de deuda consistente en [h] demandas legales [que estaban en vigor contra nosotros] y que nos eran hostiles. Y este certificado Él lo ha puesto a un lado y removido completamente clavándolo en la cruz. 15 Cuando desarmó a los gobernantes y autoridades [las fuerzas sobrenaturales del mal que obran contra nosotros], Él hizo un ejemplo público de ellos [exhibiéndolos como cautivos en su procesión triunfal], habiendo triunfando sobre ellos a través de la cruz.
g. Este término se refiere a la nota manuscrita de un deudor que reconoce la deuda.
h. Los requisitos encontrados en la Ley Mosaica que fueron violados. La deuda es el castigo debido a los pecados del trasgresor.
La buena noticia es que Dios desarmó al diablo en la cruz. Dios tomó su única arma, la Ley, ¡y la clavó en la cruz! ¡Sí, Dios ha triunfado sobre el diablo y sobre todos sus demoníacos principados y potestades! Es por esto que a menudo le digo a la iglesia que no estamos luchando por la victoria. Estamos luchando desde la victoria. La victoria ya es nuestra a través de la obra finalizada de Cristo en la cruz.
La clave para la no condenación
El hecho de que puedes sentirte condenado es la prueba de que tienes un corazón de carne, y no un corazón de piedra. (Ezequiel 11:19, 36:26) Es la prueba de que verdaderamente eres renacido. Entonces, ¿cuál es la clave para salir de tu día malo? ¿Cuál es la clave para no tener condenación en tu vida?
Romanos 8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús.
El único lugar donde no encontrarás condenación está en Cristo Jesús (Administrador: Los que aún siendo cristianos no han crecido hasta ver la revelación de que están en Cristo, están viviendo en según la carne y no según el Espíritu y, por ello, se sienten condenados, culpables; ¡Miserables como Pablo en Rom. 7:24). Las palabras “ahora, pues” conectan a Romanos 8:1 con los versículos anteriores en Romanos 7, donde Pablo habla de cómo era condenado por la Ley que él conocía tan bien.
La razón por la que ahora no hay condenación, es que Dios nos amó tanto que nos dio a Su Hijo Jesucristo para morir por nuestros pecados. Jesús vino y fue condenado por nuestros pecados en la cruz. Cuando él colgaba en la cruz, Dios tomó absolutamente todos los pecados de nuestras vidas, y los apiló en Jesús. Entonces Él desató la venganza de Su furor contra el desenfreno y el pecado en el cuerpo de Jesucristo hasta que Jesús clamó: “¡Consumado es!” La razón por la cual tú y yo no (deberíamos) experimentar ninguna condenación hoy, es que todos nuestros pecados han sido castigados y condenados, pero en el cuerpo de otro: ¡en el cuerpo de Jesucristo!
Qué significa vencer al diablo por la sangre del Cordero
Apocalipsis 12:10–11, Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
(Administrador: Solo el vencedor, el que pasó de Pentecostés a Tabernáculos, de andar en la carne al reposo de Dios, a andar en el Espíritu, a la vida victoriosa; solo el que salió del desierto, del alma, de la religión, de la noche, del Lugar Santo, a Canaán, al espíritu, a la vida, al día, al Lugar Santísimo; sólo él, ha lanzado fuera de su vida al acusador).
(Administrador: Solo el vencedor, el que pasó de Pentecostés a Tabernáculos, de andar en la carne al reposo de Dios, a andar en el Espíritu, a la vida victoriosa; solo el que salió del desierto, del alma, de la religión, de la noche, del Lugar Santo, a Canaán, al espíritu, a la vida, al día, al Lugar Santísimo; sólo él, ha lanzado fuera de su vida al acusador).
Muchos cristianos saben que vencemos al diablo por la sangre del Cordero. Sabemos que hay poder en la sangre de Cristo. Pero, ¿qué es lo que hace a la sangre de Cristo tan poderosa?
¿Qué dijo Jesús de su sangre cuando instituyó la Cena del Señor? Él dijo: “porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. (Mateo 26:28).
¡La sangre es para el perdón de los pecados! ¡La sangre está ahí para asegurar que vivas sin ninguna condenación! ¡Eso es lo que la hace tan poderosa!
(Administrador: No es simplemente una cuestión de fe, también es una cuestión de crecimiento, de maduración, hasta alcanzar esa revelación que lleva esa fe a la experiencia, al andar, a la vida; por eso el texto no habla sólo de la sangre, sino de la palabra del testimonio de ellos y ser mártires vivientes, pues han muerto a su carne, a su yo).
(Administrador: No es simplemente una cuestión de fe, también es una cuestión de crecimiento, de maduración, hasta alcanzar esa revelación que lleva esa fe a la experiencia, al andar, a la vida; por eso el texto no habla sólo de la sangre, sino de la palabra del testimonio de ellos y ser mártires vivientes, pues han muerto a su carne, a su yo).
Nota también lo que se dice en el versículo 10, “…porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche”. El diablo es llamado el acusador de los hermanos. Y acusa sin cesar al pueblo de Dios día y noche. ¡Pero la buena noticia es que ha sido lanzado fuera! ¡Ha sido derrotado! En el momento en que te des cuenta de que no tiene poder para acusarte, ¡la salvación, la fuerza, el reino de Dios y el poder de Cristo se manifestarán en tu vida!
No respondas al acusador
Algunos de ustedes pueden decir: “Pastor Prince, yo no tengo ningún problema con esta raíz. No me siento condenado”.
Amigo mío, te sorprenderás. La condenación es muy sutil, especialmente si eres una persona que cree en hacer lo que es correcto. Continúa haciendo lo que es correcto, pero no respondas al acusador. Cuando elijas no responderle, él no podrá condenarte. La raíz de todos tus problemas será destruida, y vendrás al lugar donde no hay ninguna condenación en tu vida. (Administrador: ¡Amén! El vencedor le ha visto demasiadas veces "los cuernos, la cola y el tridente" al demonio y ¡no "entra tan fácil al trapo"! El vencedor controla su mente y sabe llevar sus pensamientos cautivos a la obediencia a Cristo, ¡piensa lo que está pensando, en lugar de reaccionar! El vencedor ha llegado a experimentar el más alto de los sacrificios, el sacrificio de paz, pues ha oído la clara voz del Padre diciéndole: "Tú eres mi hijo amado, en quien me complazco"!)
Extraído del sitio “Joseph Prince Ministries”
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