RECIBIENDO EL 2016, PARTE II: CIELOS ABIERTOS, Juan Radhamés Fernández


Este artículo es la continuación del anterior, http://josemariaarmesto.blogspot.com.es/2016/01/recibiendo-el-2016-juan-radhames.html, abundando sobre la previsión de Cielos Abiertos. Se nos advierte que Cielos Abiertos no quiere decir que "todo vayan a ser rositas"...

Para los que no quieran visualizar las más de 4 horas del culto, les remitimos al minuto 2:49'. De ahí en adelante es la predicación, de la que les destacamos algunas notas:

1º Rey. 17: 1 - El cielo cerrado indica que Dios está descontento, como lo estuvo con la rebelión de Israel, encabezada por su líder Acab. Cielos Abiertos muestran que Dios está contento.

1º Rey. 18:41 - Fue a la 8ª vez que el criado fue cuando vio la pequeña nube como la palma de una mano, la primera que fue y las 7 siguientes. El Cielo se abrió porque Dios aceptó por fuego el sacrificio de Elías y estaba agradado por tal sacrificio.

1º Rey. 19:1-18 - Tras abrirse el Cielo para Jesús vinieron los 40 días del desierto; así para Elías vino la huída a Horeb, donde experimentó el viento que quebraba las peñas. Vemos pues que tras la gloria, viene el quebrantamiento y después más gloria.
Elías hizo 8 milagros, y con el 8º el Cielo se abrió.

2º Rey. 2:1-8 (Minuto 3:19' en adelante) - De los Cielos Abiertos se pasa al desierto, como ocurrió con Elías y con el Señor. Cielos abiertos no es un tiempo de facilidades, sino de pruebas y persecución, aunque con manifestaciones milagrosas. Pero tras la lucha vendrá el triunfo. Durante el ministerio de Cielos Abiertos del Señor, el fue un Varón de Dolores, pero venciendo al diablo. Cielos Abiertos no es sinónimo de que todo será fácil, sino de que Dios estará con nosotros.
Jesús cuando fue a bautizarse cruzó el Jordán por el mismo sitio en que lo había hecho Elías, y antes Josué, en Betábara, que está frente a Jericó (Juan 1:28). Los hombres que abren el cielo cruzan el Jordán y de ahí van al desierto.
Elías representaba a Jesús, Eliseo con la porción doble nos representa a nosotros, que hemos recogido el manto de Jesús, porque "obras mayores harán", dice la Palabra. Jesús, como Elías, se fue al Cielo, pero nosotros recogemos el manto de la doble porción.

Hch. 1:4 - El Espíritu Santo es la Promesa, el Cielo Abierto. Juan bautizó con agua, Jesús con Espíritu Santo y Fuego.
v. 9: Viéndolo ellos se fue al Cielo, al igual que Eliseo vio a Elías ascender ("viéndolo Eliseo").

Del tamaño de la oposición será el poder. Del tamaño de la adversidad serán los milagros.

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