¿BUSCANDO PAREJA DONDE NO TOCA? José (Administrador)





1 de marzo de 2021


Dices que crees en Dios y que le amas …


¿Estás seguro?


Entonces, ¿por qué no puedes esperar a que Él te consiga tu pareja? ... ¿Será que no estás dispuesto a esperar su tiempo? Eso es impaciencia, que es rebeldía. No amas su voluntad sino la tuya.


Dices que las mujeres cristianas son mojigatas y relinchas tras las incrédulas. Al decir eso ofendes al Padre, pues el no tiene hijos mojigatos, al menos no los maduros. Eso es lo que te hace falta a ti: tienes que madurar.


El mundano irresponsable al comportarse como un niño (¿te comportas como él?) hace que su pareja tenga que comportarse como su mamá; y como uno no puede acostarse con su mamá, necesita buscarse otra pareja.


Esa nueva pareja al conocer de cerca su nuevo hallazgo, ve que solo era fachada y nota que no tiene un hombre en casa sino un niño inmaduro e irresponsable. Eso la empuja a asumir la responsabilidad de la relación comportándose como la mamá ... y, como a ti no te gusta acostarte con tu mamá, la rueda ha de seguir girando y comienzas a pensar en una sustituta …


Quieres formar un hogar y asumir la responsabilidad por una esposa (perdón, quise decir arrimada) e hijos y todavía no puedes administrar tu propia vida. Esperar a madurar retrasaría tus planes ...


Bueno, tú decides: Descender uno o varios peldaños más abajo, que ya es decir, o regresar a Dios y romper con la rueda del pecado que te tiene atrapado y “comenzar el largo viaje con el primer paso”, como dice el proverbio chino.


No quieres una mujer cristiana de verdad porque tú no quieres ser un cristiano de verdad. Prefieres una compañera con un sentido hedonista de la vida, con metas materiales, que os hagan innecesario tener que depender de Dios.


¡Que ingenuo eres! Sin Él esos logros materiales solo te destruirán y nunca tendrás la paz y el gozo que sólo Dios puede darte. Gracias a Dios que como eres su hijo, aunque estás pródigo fuera de la casa, por estar lejos de Él no cosechas sino fracaso y frustración. Porque te ama y tiene propósitos para ti no favorece tus planes. Él espera con los brazos abiertos que vuelvas en ti y regreses a casa (Luc. 15: 17)...


¡Estoy harto de sufrir! me dices. Pues tal parece que no, pues si fuera así te volverías. Tal vez seas uno de los elegidos para compartir sus sufrimientos para conocerlo íntimamente y ser su amigo. Cuanto antes comiences mejor.


Dices que crees en Dios y le amas, pero no confías en el buen hacer de tu Padre celestial, ni en su tiempo; es decir quieres hacerlo a tu forma y en tu tiempo. ¡Eso es incredulidad y un grave pecado de impaciencia!


El que en verdad tiene fe puede esperar...


El avisado ve el mal y se esconde;

Mas los simples pasan adelante y reciben el daño.

Prov. 22: 3





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