Breve prédica de Ian Paisley, fundador de la primera iglesia de la Iglesia Presbiteriana Libre. Nos ha gustado muy especialmente la revelación sobre el significado del pasaje "el hacha que cayó al agua en tiempos de Eliseo" (min. 24) (2º Rey. 6); la mejor y más clara que hemos oído hasta ahora al respecto.
Creemos que es una excelente prédica, Cristocéntrica y cruzcéntrica, que seguramente fue muy acertada en su tiempo y contexto. Muchas cosas son aplicables a este kairos, aunque creemos que el llamado de Dios a nivel personal y a nivel de la Iglesia de nuestro tiempo, es a cruzar el Jordán y ACAMPAR en Gilgal para la circuncisión del corazón; es decir, no a salir sino al encierro puertas adentro.
Esto entra el contexto de los años de transición de la Edad Pentecostal (que acabó en 1993) a la Edad o Era de Tabernáculos. Suponemos que así como la era de la Pascua terminó con el derramamiento de Pentecostés en el Aposento Alto, tras un tiempo de transición o espera; así mismo el periodo actual de transición acabará con el Diluvio de Fuego del Espíritu Santo (que llenará la Tierra ahora de fuego,en equivalencia al agua de los tiempos de Noé), el Último Gran Avivamiento, que estamos esperando en el nuevo "Aposento Alto" de Tabernáculos. Por tanto salir ahora ahí afuera sin esa circuncisión del corazón y sin ese fuego, sería algo así como combatir al estilo de los Hijos de Esceva (Hec. 19); o, como la prédica dice, tratar de seguir cortando árboles para edificar la casa con el hierro (poder) prestado o sin sin el hierro del hacha.
Esto entra el contexto de los años de transición de la Edad Pentecostal (que acabó en 1993) a la Edad o Era de Tabernáculos. Suponemos que así como la era de la Pascua terminó con el derramamiento de Pentecostés en el Aposento Alto, tras un tiempo de transición o espera; así mismo el periodo actual de transición acabará con el Diluvio de Fuego del Espíritu Santo (que llenará la Tierra ahora de fuego,en equivalencia al agua de los tiempos de Noé), el Último Gran Avivamiento, que estamos esperando en el nuevo "Aposento Alto" de Tabernáculos. Por tanto salir ahora ahí afuera sin esa circuncisión del corazón y sin ese fuego, sería algo así como combatir al estilo de los Hijos de Esceva (Hec. 19); o, como la prédica dice, tratar de seguir cortando árboles para edificar la casa con el hierro (poder) prestado o sin sin el hierro del hacha.
Por tanto, esperemos quietos en ese Aposento hasta que ese derramamiento nos haya alcanzado, y no salgamos a "predicar la moral en ropas menores"; salvo que queramos fracasar en nuestros esfuerzos "evangelísticos" o llenar la iglesia de gente tan laxa espiritualmente como nosotros (Mateo 23:15 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros)...
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