SALIENDO
DE LA OSCURIDAD IV
Gary
E. Sigler
"En
los últimos tiempos quedará afirmado el monte donde se halla el
templo del Señor. Será el monte más alto; más alto que cualquier
otro monte. Todas las naciones vendrán a él; pueblos numerosos
llegarán, diciendo: "Vengan, subamos al monte del Señor, al
templo del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus caminos y
podamos andar por sus senderos". Porque de Sión saldrá la
enseñanza del Señor, de Jerusalén vendrá su palabra. El Señor
juzgará entre las naciones y decidirá los pleitos de pueblos
numerosos, aun de los más lejanos. Ellos convertirán sus espadas en
arados y sus lanzas en hoces. Ningún pueblo volverá a tomar las
armas contra otro ni a recibir instrucción para la guerra"
(Miqueas 4:1-3).
"Pero
después el reino será entregado al pueblo del Dios altísimo, y
será suyo por toda la eternidad" (Daniel 7:18).
"Y
el reino, el poder y la gloria de todos los reinos de la tierra,
serán dados al pueblo de Dios altísimo. Su reino permanecerá para
siempre, y todos los pueblos de la tierra le servirán y le
obedecerán" (Daniel 7:27).
Creo
que estamos empezando a entrar en la experiencia de convertirnos en
la ciudad de Dios. "El
monte del Señor"
habla de una revelación profunda, un descubrimiento en nuestra mente
que nos capacita a caminar en las altas esferas del Espíritu. Sin
embargo, para recibir esta verdad debemos estar dispuestos a cambiar.
Y no me refiero a cambiar solamente en la conducta externa. Si no
estás caminando en la realidad de Cristo, entonces no estás
regenerado, o tu concepto de Dios es definitivamente incorrecto.
Cada
vez que la Biblia menciona los últimos días, siempre pensamos en
algún evento lejos en el futuro. Está es la razón por la que
necesitamos cambiar nuestros conceptos. Estamos en los últimos días
desde que ocurrió la resurrección de Jesús. Dios necesita una
gente que se entregue a Él totalmente, mezclando la fe con Su
palabra, elevándose en Su poder de resurrección y transformándose
en los salvadores de quienes habla
Abdías 21-una gente que liberará a toda la creación de la
esclavitud de la corrupción. Creo que aquellos días están
ahora sobre nosotros. Dios está ahora listo y esperando por una
gente que retenga Su realidad en sus vidas, y empiece a reconciliar a
toda la creación de regreso a SÍ MISMO. Dios está deseando traer
salvación plena a la Iglesia en estos días, y Si estamos abiertos a
escuchar Su voz, no endurezcamos nuestros corazones. La salvación es
la liberación de la caída de Adán. Hemos sido redimidos y
restaurados de regreso al Árbol de la Vida. La salvación es la
liberación de la pobreza, enfermedad y muerte. Pablo le dijo a
Timoteo que Jesús "ha abolido la muerte y ha traído
vida e inmortalidad para dar luz a través del evangelio" (2 Ti.
1:10). Es muy difícil encontrar ni siquiera a unos pocos
que crean estas palabras. Hay muchos quienes creen en un evangelio de
prosperidad y salud, pero ¿Dónde se encuentra la gente que está
venciendo a la muerte? Jesús dijo que Él es el Pan de Vida, y aquel
hombre que pueda comer de Él nunca morirá (Juan 6:35)
Este
es el momento para que la gente comience a levantarse, tomar el reino
y poseerlo. Los judíos, muchos años atrás, estaban esperando por
la venida del Mesías a fin de destruir a sus enemigos y establecer
su Reino. Hoy, no es muy diferente. La mayoría de los cristianos
están esperando una vez más por el retorno de Jesús para destruir
a sus enemigos y establecer su reino. Este concepto fue equivocado
para los judíos y también lo es equivocado para los cristianos.
Dios es un reconciliador, no un destructor. La única destrucción
que Él traerá será sobre tu mente carnal. Tus deseos carnales y
egoístas van a ser quemados y así de esta forma tu espíritu se
elevará en ti para poseerte. Mientras estemos pasivamente esperando,
no habrá manifestación del Hijo de Dios en nosotros.
Uno
de los conceptos equivocados que algunos cristianos tienen es el
pensar que tienen que esperar por una experiencia
corporativa, ellos creen
que los hijos de Dios todos serán cambiados y manifestados al mismo
tiempo (Administrador:
entre ellos nosotros).
Yo, también, creo que habrá una experiencia corporal, pero de
acuerdo a los tiempos de Dios para cada persona; cada experiencia de
Dios que lees en la Palabra puede ser obtenida para ti como individuo
(Si,
pero la plenitud de Tabernáculos vendrá corporativamente, como vino
Pentecostés, como se salió de Egipto, se cruzaron el Mar Rojo y el
Jordán...).
De hecho, hasta que nosotros como individuos no nos demos cuenta que
podemos obtener la plenitud de Dios y empecemos a buscarla, el cuerpo
corporativo no lo hará tampoco. Fue probado hace mucho tiempo por
Enoch y Elías que es posible vencer a la muerte (???).
No tenemos que esperar por nadie. Nosotros como individuos debemos
buscar a Dios por Su realidad en nosotros, y entonces nuestras vidas
serán afectadas y podremos afectar a aquellos que están alrededor
de nosotros.
El
concepto de Dios que nos han enseñado dentro del sistema del
Cristianismo es, para la mayoría, un concepto equivocado. Hemos sido
enseñados que Dios está "allí afuera" en algún lugar en
otra dimensión llamada cielo, y que si aceptamos a Jesús y hacemos
lo mejor que podamos, Dios nos bendecirá e iremos al cielo cuando
muramos. No hemos sido enseñados como vivir por el Espíritu de
Dios que está dentro de nosotros.
El
sistema religioso nos ha enseñado siempre a buscar a Dios en una
dirección exterior para satisfacer nuestras necesidades. Esto nos ha
dado un falso concepto de Dios. Esto nos ha provocado a buscar todo
lo de Dios como sí estuviera fuera de nosotros. Pensamos que por
todo tipo de actividades religiosas, lo que necesitamos, vendrá
adentro de nosotros y nos bendecirá o sanará o prosperará. En
realidad, todo lo que Dios es, está ya dentro de nosotros, esperando
por nosotros para descubrir la verdad de que Dios en nosotros es
suficiente para satisfacer cada necesidad.
Tenemos
un "Dios Santa Claus". Dios no retiene Sus bendiciones de
nadie en ningún momento. Él hace caer Su lluvia sobre justos e
injustos. En cualquier momento que le pedimos a Dios puede sanarnos o
prosperarnos, tenemos un concepto equivocado. Lo que estamos diciendo
es. "Dios, Tú tienes todas estas cosas buenas y las estás
reteniendo". Si tú crees que Dios tiene todas estas cosas que
Él no te está dando, ¿por qué se las pedirías? Si fuera verdad
que Dios está reteniendo algo de ti, tú no podrías hacer que Él
cambie Su mente rogando, llorando o suplicando. No
podemos sobornar a Dios a través de nuestras lecturas bíblicas,
oraciones, llorando, ayunando, por nuestra bondad—o cualquier otra
cosa que pudiéramos tratar. La única esperanza que tenemos
es descubrir la verdad de lo que Jesús enseñó: "El reino
de Dios está dentro de nosotros" (Lc. 17:21). Jesús dijo
en Juan 7:38, "Aquel que crea en mí, fuera de su interior
fluirán ríos de aguas vivas". En Juan 4:14, Él dijo,
"Aquel que bebe del agua que yo le doy, habrá en él una
fuente de agua brotando en el vida eterna".
Para
tener un concepto apropiado de estas cosas, debemos darnos cuenta
quien es Cristo y donde está Cristo. La palabra Cristo significa "El
Ungido de Dios". Jesús fue llamado el Cristo. Como el Cristo,
Él tenía la plenitud de Dios. Colosenses 2:9 dice, en la versión
amplificada, "Porque en Él la totalidad de la plenitud de la
deidad continua habitando en una forma corporal—dando expresión
completa a la naturaleza Divina". Yo no creo que ninguno de
nosotros tendría un problema para creer eso, pero no nos han
enseñado el siguiente verso: "Y tú estás en Él, hecho
pleno y habiendo venido a la plenitud de la vida—en Cristo tú
también eres lleno con Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, y
alcanzarás la estatura espiritual plena". Efesios 1:23
(amplificado) habla de la Iglesia, "El cual es Su cuerpo, la
plenitud de Él, quien llena todo en todo—porque en ese cuerpo vive
la medida plena de Él quien hace todo completo, y quien llena todo
en todas partes (CON EL MISMO)"
Antes
de meditar y orar sobre estos versos por algún tiempo, empezaremos a
tener algún entendimiento de cómo tener compañerismo con Dios.
Tendremos que cambiar nuestro concepto respecto a como orar. Cuando
vayamos a Dios, no le pediremos muchas cosas. Empezaremos a darnos
cuenta que Cristo es la plenitud de Dios, y Cristo en toda Su
plenitud está ahora siendo derramado desde adentro de nosotros. Dios
está todo el tiempo derramando Su Espíritu, llenando todo en todas
partes con el Mismo. Cuando vemos a alguien, en necesidad, con
carencia, en vez de pedir y rogar a Dios para satisfacer esa
necesidad, nos damos cuenta que en nosotros habita la plenitud de
Dios para satisfacer esa necesidad. Nos volvemos al Espíritu de Dios
dentro de nosotros y nos damos cuenta que "Yo y mi Padre
somos uno" (Juan 10:30), y "El que esta unido al
Señor es un espíritu con el Señor" (1 Co. 6:17). Así que
desde dentro de mí, desde mi espíritu, yo libero la habilidad de
Dios de ir y hacer Su voluntad. Mi oración entonces se vuelve, no
para pedirle a Dios, sino para darme cuenta de Su habilidad dentro de
mí a fin de satisfacer las necesidades de otros.
El
deseo de Dios no es que le pidamos que sane al enfermo y que bendiga
con dinero o que supla lo que sea necesario, sino que rindamos
nuestros cuerpos a Él. Él desea llenarnos y fluir a través de
nosotros para satisfacer las necesidades de la humanidad. El deseo de
Dios es fluir a través de un cuerpo de muchos miembros con todas SUS
riquezas en gloria. No hay mayor alegría en toda la tierra que ser
lleno con la presencia de Dios y entonces sintiendo esa presencia
fluir fuera de ti y entrar en alguien más, satisfaciendo su
necesidad. Pablo les dijo a los Efesios que la Iglesia es Su cuerpo,
de Su carne y de Sus huesos (Ef. 5:29-30). Dios nos llena con El
Mismo de esta forma nos convertimos en canales de bendición al mundo
entero. Cuando tú ores, busca a Dios y Su sabiduría. Búscalo para
que Su luz y gloria sean reveladas en ti. Hambriento y sediento de Su
presencia, para que de esta manera experimentes Su poder de
resurrección avivándose en ti, capacitándote para hacer las obras
de Dios.
Que
alegría es cuando tú empiezas a entender que todo lo de Dios que tú
estás buscando esta dentro de ti, simplemente esperando para ser
revelado. Entonces se cumplen aquellas palabras del antiguo
testamento, "Levántate y brilla ¸ porque tu luz esta
viniendo, y la gloria del Señor se ha elevado sobre ti" (Is
60:1)
En un
día quieto cuando yo estaba sentado, El Señor me habló esto : "Yo
nunca le estoy reteniendo nada a nadie. Siempre estoy derramando Mi
vida, amor, sanidad y bendiciones. Soy tu vida, tu sanidad, bendición
o lo que tú necesites. Cuando eres libre de algo o sanado, no es
porque yo haya cambiado repentinamente hacia ti y decida bendecirte.
La razón es porque te has vuelto a Mí, o te has abierto y venido a
Mi luz. Es lo que me ha permitido a Mi Vida fluir fuera de lo más
profundo de tu ser para satisfacer tu necesidad. Todo lo que tú
necesitas está en Mi Espíritu habitando dentro de ti; No necesitas
alcanzarme en una manera exterior, sino vuélvete adentro y contacta
Mi Espíritu dentro de ti; Entonces yo fluiré de tu interior para
satisfacer tu necesidad. Aquel que crea en Mí, fuera de su ser
interior fluirá agua viva que traerá sanidad y liberación adonde
quiera que fluya. No hay nada en este universo que pueda impedirte
excepto tu creencia en otro poder para hacer eso. Soy Dios, y además
de Mí no hay otro Dios que pueda impedirte, ningún otro poder que
pueda operar en ti. Estoy constantemente llenando todo en todo lugar
Conmigo. Ábrete al fluir de Mi Espíritu dentro de ti, Y fluiré
dentro de tu mente y la renovaré dentro de Mi mente. Fluiré dentro
de tu voluntad y la someteré, la haré en conjunto flexible para
hacer Mi Voluntad. Fluiré dentro de tus emociones, de esta manera Mi
Amor fluirá desde ti. Detente en creer que el poder del mal te pueda
detener a ti. Yo no le retengo a unos y le doy a otros. Yo estoy tan
disponible, tan rico, tan libre—tanto como el aire que respiras.
Ven a Mí y te haré descansar. Vivo y me muevo y tengo mi existir
dentro de ti"
Mucha
gente está hambrienta para ver a Dios hoy. La Palabra nos enseña
que somos la expresión visible del Dios invisible. Usted y yo
podemos ser solamente la expresión de Dios que vea la gente.
Necesitamos buscar a Dios hasta que podamos decir con el Apóstol
Pablo, "Ya no vivo yo, sino Cristo que vive dentro de mí, y
la vida que yo vivo en la carne la vivo por la fe del hijo de
Dios" (Gá 2:20). Dios es un Espíritu, y por la
consagración de nuestros cuerpos a Él, Él está ubicado dentro de
nosotros y puede fluir al mundo.
Muchos,
hoy buscan ver a Jesús en su forma física. Sin embargo, Si tú
deseas ver a Jesús sin entrar en el entendimiento de que tú también
eres un hijo de Dios, entonces verlo pudiera no ser de mucha ayuda en
una forma práctica. Romanos 8:29 dice que Jesús fue el primogénito
entre muchos hermanos.
Vamos
a ver otra vez a Efesios 4:17-18 "Esto, pues, es lo que les
digo y les encargo en el nombre del Señor: que ya no vivan más como
los paganos, los cuales viven de acuerdo con sus inútiles
pensamientos y tienen oscurecido el entendimiento. Ellos no gozan de
la vida que viene de Dios, porque son ignorantes a causa de lo
insensible de su corazón".
Aquí,
es donde la mayoría de la Iglesia se ha mantenido por dos mil años.
El gran error que hemos cometido es estar satisfechos solamente con
una buena enseñanza. Yo sé que Dios esta en mí; yo sé que Cristo
vive en mí; sé que soy la expresión visible de un Dios invisible.
Debido a que conocemos estas cosas, la mayor parte del tiempo hemos
aceptado sin estar satisfechos con ese conocimiento y sin tener la
experiencia de ello haciéndola real en nuestras vidas. Debemos
entrar en la experiencia de ser la expresión visible del Dios
invisible. Fallamos en buscar estas cosas dados los conceptos
equivocados que hemos recibido. Se me enseñó cuando era un
cristiano joven que no debía buscar la experiencia, que debía solo
aceptar todo sin ir acompañado de sentimientos. Ahora, me doy cuenta
que los sentimientos naturales pueden meternos en problemas, pero no
llegar a sentir y experimentar las cosas espirituales significa que
no tienes una verdadera fe. La fe producirá los sentimientos. Si
nosotros conocemos algo intelectualmente, sin la experiencia, no nos
hará mucho. La Palabra de Dios nos habla de muchas cosas
maravillosas que pertenecen a quien ha recibido a Dios. Pero, si
nunca las experimentamos, entonces ¿Qué tan buenas son? Pablo dice
que estamos sentados con Cristo en lugares celestiales (Ef. 2:6).
Deberíamos tener hambre de Dios
hasta que caminemos en la realidad de esto, y no pensemos que la
tenemos simplemente porque sabemos de ella.
Nuestro
conocimiento
de La Palabra debe volverse una experiencia.
No hay nada de malo con el conocimiento. Saber que Jesús vive en
nosotros es maravilloso. Saber que somos llenos con Su Espíritu es
también maravilloso. El problema
viene cuando solo aceptamos el conocimiento en vez de buscar a Dios
en la realidad.
El Apóstol Pablo dijo a los Corintios, "El conocimiento
envanece, pero el amor edifica" (1 Co 8:1). El conocimiento
en sí mismo puede ser satisfactorio. Muchos Cristianos hoy están
muy satisfechos con su conocimiento de Dios. Algunos tienen un gran
conocimiento de la Palabra, y se han convertido en maestros sin la
experiencia. William Law dijo hace muchos años atrás, en su libro
"El Poder del Espíritu", que somos tontos sí pensamos que
podemos ir a la Escuela Dominical y aprender como quitarnos Adán y
vestirnos de Cristo. Tú no puedes
conocer en realidad lo que tú no has experimentado.
Muchos hoy han sido elevados en la Iglesia y conocen todo sobre
Cristo como el Salvador del mundo, pero nunca han experimentado su
poder dador de vida para cambiar sus vidas.
Dije
por años que "Jesús vive en mí", aún tengo poca
experiencia de ese conocimiento. Fui enseñado en Pentecostés de que
si hablaba en lenguas, estaba lleno del Espíritu Santo. Yo
acostumbraba a preguntarle a Dios, "Si estoy lleno con el
Espíritu Santo, ¿por qué soy tan poco santo y hago cosas que son
contrarias al Espíritu Santo? El
sistema religioso cristiano está tan lleno de confusión. Esta es la
razón por la que en Apocalipsis la llama "Misterio,
Babilonia la grande, la madre de las rameras"
(Ap 17:5). Babilonia significa confusión. No hay esperanza para ese
sistema religioso. La única cosa que podemos hacer es desecharlo.
Esto es lo que Apocalipsis dice, "Salgan
de ella, mi gente"
(Ap. 18:4). No puede ser arreglada.
Pablo
dice que estamos "alienados de la vida de Dios a través de
la ignorancia" (Ef. 4:18). Ignorancia no significa
estupidez. Ignorancia simplemente significa que tú no conoces. Yo
fui un cristiano por muchos años en ignorancia. Yo no sabía que
podría experimentar al Espíritu de Dios viviente en mí para
traerme a la realidad de lo que conocía. Puedes tener una gran
cantidad de conocimiento bíblico y todavía ser ignorante. Hemos
sido también enseñados con una gran cantidad de ignorancia en el
cristianismo. Nos han enseñado el fracaso y la derrota. Nos han
enseñado cuán poderoso el diablo es y como puede él derrotarnos.
No nos han enseñado que es posible en esta vida caminar como Jesús
caminó. La Palabra claramente revela que no solo es posible, sino
que Dios espera de nosotros que mezclemos la fe con Su Palabra y la
hagamos real en nuestras vidas. La Palabra dice, "Aquel que
habita en él debe caminar incluso como Él caminó" (1
Juan 2:6) Si no estamos caminando como Jesús caminó, entonces
debemos buscarlo a Él hasta que Su Espíritu se levante en nosotros.
"Estando alienados de la vida de Dios a través de la
ignorancia que está en ellos, a causa de la ceguera de sus
corazones" (Ef. 4:18). Estos versículos están hablándonos
a nosotros, ¡La gente actual de Dios! Hemos tenido nuestro
entendimiento oscurecido a la vida abundante que Dios ha hecho
disponible para nosotros a través de Jesús. Jesús no fue a la cruz
solo para que tú pudieras morir e ir al cielo. Él murió para que
tú "pudieras tener vida y mucho más abundante" (Juan
10:10). La Vida de Dios
yace dormida dentro de nosotros. Cuando esa Vida comience a
funcionar, comenzaremos a cambiar. No tratamos de cambiar. Es un
proceso natural de Su Vida avivándose dentro de nosotros. El apóstol
Pablo dijo que deberíamos estar constantemente transformándonos de
un grado de gloria en otro. (2 Co 3:18).
El
libro de Génesis, capítulo dos, nos habla sobre un río fluyendo en
tres direcciones y convirtiéndose en cuatro cabezas. El nombre del
primero es Pisón, el cual significa "fluyendo libremente".
El segundo es Gihón, que significa "rebosando". El tercero
es el Tigris, la cual significa "rápido". El cuarto es el
Éufrates, el cual significa "aquel que hace fructífero".
En esa tierra de ríos fluyendo hay también piedras preciosas. Las
Piedras Preciosas son piedras transformadas. En el libro de
Apocalipsis, otra vez vemos un río fluyendo y piedras preciosas.
Esta fotografía nos muestra que la voluntad de Dios es producir
piedras preciosas para Su construcción, la cual se ve completada en
Apocalipsis. Entre Génesis y Apocalipsis hay un largo proceso para
producir la Ciudad de Dios.
La
clave para un entendimiento espiritual de la Biblia es descubrir que
ella es un Libro describiéndote y descubriéndote a tu ser interior.
Cuando tú primero recibes a Dios, empiezas a experimentar de las
profundidades de tú ser algo que se está moviendo y fluyendo. Este
mover y fluir es el Espíritu Santo, representado en la Palabra por
el río que fluye. Profundo dentro de tu ser hay algo "fluyendo
libremente" algo "rebosante", algo que es rápido, y
algo que te hará fructífero. Jesús lo dijo en esta forma: "!Aquel
que crea en Mi, desde su ser interior fluirán ríos de agua viva!"
(Juan 7:38).
Necesitamos
ser retados en nuestro caminar con Dios—no por la condenación,
sino para ganar luz y entendimiento apropiado. Necesitamos
experimentar lo que decimos que creemos. ¿Dónde está el fluir de
la agua viva que digo está dentro de nosotros? Yo acostumbraba a ir
a Dios y preguntarle" ¿Dónde está la vida abundante y el agua
de vida que Tu dijiste que tendríamos? Yo sabía que estaba allí,
porque yo la experimentaba de cuando en cuando. Yo sabía que el
problema tenía que ver conmigo, no con Dios. Hubo veces cuando era
grandemente lleno con El Espíritu de Dios, pero no duraba. Dios hace
esto de manera que lo continuemos buscando a Él por Su plenitud. Yo
quería permanecer en ese río, pero no sabía como. Cuanto más
tiempo nos dedicamos a buscarlo a Él, más entramos en su fluir.
Cuando tú empieces a sentir incluso un poco de su fluir dentro de
ti, hay una transformación que ocurre. Cuanto más fluya el río
sobre la piedra del hombre natural, mucho más eres tú transformado
en una piedra preciosa. Una gran cantidad de cristianos han tratado
de morir a la carne y ser obedientes al Espíritu, pero es imposible
para la vida natural, carnal ser como Dios. Si tú aprendieras a
dirigirte al Espíritu dentro de ti, y comenzarás a experimentar la
presencia de Dios dentro de ti, el río de Su Espíritu comenzará a
fluir, y el río te transformará a ti. Es imposible entrar en la
presencia de Dios y no tener algo de Su esencia fluyendo dentro de tu
alma.
El
libro de Apocalipsis nos revela que La Nueva Jerusalén, la Ciudad de
Dios, es hecha de oro, plata y piedras preciosas. El oro representa
la naturaleza divina de Dios, la plata representa la redención. Las
piedras preciosas son hechas solo por la transformación.
La
religión nos ha enseñado que la Nueva Jerusalén es una ciudad
dorada, y esta allá arriba en un lugar llamado cielo. Tiene calles
doradas, puertas de perlas, y un río fluyendo fuera del trono con un
Árbol de Vida en ambos lados y en el medio. Algún día esta ciudad
se supone que bajará del cielo, y nos iremos a ella y viviremos
felices por siempre. Me gustaría que fuese tan simple. Debemos
comenzar a orar por la gente de Dios para que tenga un entendimiento
espiritual de Su palabra.
El libro entero de Apocalipsis nos revela a nosotros nuestra propia
vida interior. Debemos darnos cuenta que puedes empezar a
experimentar esta Ciudad de Dios ahora. No tienes que esperar hasta
que mueras para entrar en La Nueva Jerusalén. ¡HOY! En este mismo
instante—tú puedes experimentar el fluir del Espíritu de Dios
dentro de ti. Este fluir te transformará en una piedra preciosa,
para ser edificada con los santos en tu lugar, hasta que te
conviertas en una expresión local de la Ciudad de Dios. Este
es el Plan de Dios para Su Iglesia. Debemos ser una expresión
visible del Dios invisible.
"De
esta manera, Dios hará de ustedes, como de piedras vivas, un templo
espiritual, un sacerdocio santo, que por medio de Jesucristo ofrezca
sacrificios espirituales, agradables a Dios." (1 Pedro 2:5)
"Por
eso, todos nosotros, ya sin el velo que nos cubría la cara, somos
como un espejo que refleja la gloria del Señor y vamos
transformándonos en su imagen misma, porque cada vez tenemos más de
su gloria, y esto por la acción del Señor, que es el Espíritu"
(2 Co 3:18)
"Y
si el espíritu de aquel que resucitó a Jesús vive en ustedes, el
mismo que resucitó a Cristo dará nueva vida a sus cuerpos mortales
por medio del Espíritu de Dios que vive en ustedes. Así pues
hermanos, tenemos una obligación pero no es la de vivir conforme a
los deseos el hombre pecador. Porque si ustedes viven conformes a
tales deseos, morirán; pero si por medio del Espíritu hacen ustedes
morir esos deseos, vivirán". (Ro 8:11-13)
Nunca
olvidaré el momento cuando el Espíritu de Dios comenzó a hablarme
sobre los versos anteriores. Ahí es cuando comencé a cambiar. Los
conocía y creía, comencé a buscar a Dios por el fluir del río
para transformarme. La entrada de La Palabra trae luz. En nuestro
estado natural estamos en oscuridad, de hecho somos la oscuridad.
Dios dice, "Yo formó la luz y creo las tinieblas"
(Is 45:7) y "la gente que se sentó en la oscuridad vio una
gran luz" (Mt 4:16). Si tú estás en oscuridad, ¿Cómo
puedes ver? Tu no atas a la oscuridad, tu simplemente te transformas
en luz.
El
libro de Apocalipsis dice que la Nueva Jerusalén tiene calles de
oro. El oro tipifica la divinidad,
las calles representan el caminar.
Aquellos que están experimentando la Nueva Jerusalén están
caminando en la
naturaleza y el carácter divino de Dios.
En la Nueva Jerusalén hay un río
que fluye del trono. ¿Dónde esta el Trono de Dios hoy? Dentro de
ti. Pablo les dijo a los efesios que "Él nos
resucitó juntamente con Cristo, y nos hizo sentarnos en lugares
celestiales en Cristo Jesús" (Ef 2:6). Hay una dimensión,
una conciencia en Dios, donde podemos experimentar estas cosas.
Muchos hablan hoy sobre la autoridad del creyente, pero esa autoridad
viene únicamente del trono. Si el Espíritu de Dios no tiene
autoridad en tu vida, entonces tú no puedes ejercer la autoridad de
Dios. Si tú estás bajo la autoridad del Espíritu, entonces tu
tendrás autoridad.
En El
Antiguo Testamento, cuando Israel estaba a punto de cruzar el Jordán,
se les dijo en Josué 3:3 "Y dieron esta orden a los
israelitas: En cuanto vean ustedes que el cofre del Señor pasa,
llevado por los sacerdotes levitas, salgan de donde estén y
síganlo".
Cuando
tú ves que el arca comienza a moverse, ahí es cuando tú cruzas el
Jordán. Cuando tú experimentas dentro de tu conciencia al Espíritu
de Dios comenzando a levantarse y cuando comienzas a experimentar las
tablas de piedra (los diez mandamientos) convertirse en la ley de
vida gobernando dentro de ti, es entonces cuando empiezas a cruzar el
Jordán. Los Diez Mandamientos nunca supusieron ser un conjunto de
reglas y regulaciones que tú debías de guardar en una forma externa
con una humanidad caída. Cuando tú experimentas el poder de la
resurrección y el Espíritu de Dios avivándose dentro de ti,
naturalmente expresarás lo que fue escrito en aquellas tablas de
piedra. Es sin esfuerzo.
No tratando de ser más ese buen cristiano, sino desde lo más
interno de tu ser, fluyendo con el Espíritu de Dios para cumplir
todos los requerimientos justos de la Ley. No trates por la
fuerza de ser santo. Todo lo que necesitas es un resplandor del Arca,
solo un poco de sabor de Jesús en ti, y de repente comenzarás a
vivir esa vida que pensaste que tendrías que morir para recibirla.
Acostumbrábamos a pensar que la muerte resolvía todos nuestros
problemas, pero no es así. La esperanza del Evangelio no consiste en
simplemente ser salvo y entonces algún día morir e ir al cielo. La
esperanza del evangelio es "Cristo Jesús en ti, la esperanza
de gloria" (Col. 1:27).
Otra
parte de la oscuridad (ignorancia) en estos días es tener una
conciencia -del demonio. Una de las categorías más vendidas entre
los libros cristianos hoy son los referidos a Los Cultos. Los
cristianos hoy están leyendo cientos de libros sobre Satanismo, con
todos los detalles sangrientos sobre lo que Satán puede hacerte. La
lectura de todos estos libros está provocando tal conciencia
(presencia) de Satán y las actividades demoníacas que realmente
están ayudando a esta actividad. (A propósito, una de las
categorías menos vendida entre los libros cristianos es la oración).
Los cristianos están gastando millones de dólares para aprender
sobre brujería, demonios, y como enfrentarlos. Ellos piensan que
necesitan aprender sobre estas cosas y así de esta manera no serán
entrampados por Satanás, no obstante en sí mismos si pueden ser
entrampados. Cuando los cristianos
están tan ansiosos por aprender sobre demonios y actividad satánica,
indica que ellos están viviendo bajo el miedo. Ellos creen
que tienen que aprender sobre como pelear contra Satanás. ¿Realmente
tú crees que aprendiendo sobre todos estos detalles de lo que
Satanás puede hacerte a ti ayudará a envestirte para pelear con las
huestes de la oscuridad? No lo hará. Sin embargo, si aprendes a
vivir en la presencia de Dios, donde puedes decir, "No soy yo
quien vive más, sino Cristo quien vive en mi" (Ga
2:20), Satanás no tendrá poder sobre ti. Si Satanás viene a mí y
el Espíritu de Dios se levanta dentro de mí , ¿Qué puede él
hacerme? Puedo estudiar todo lo concerniente a demonios y como lidiar
con ellos. Puedo estudiar Liberación, ¿Pero realmente me va ayudar
a pelear contra las tinieblas? Hay una sola área de verdadera
liberación que tendrá efecto duradero. Es esta "¡Permite
que Dios se eleve y sus enemigos serán esparcidos!" (Salmo
68:1). Si la Vida de Dios nunca se levanta dentro de tu ser,
tus enemigos nunca serán esparcidos, no importa cuanto estudies y
aprendas.
La
Palabra dice que hemos sido liberados por el poder de la oscuridad y
transferidos al Reino de Dios. Escucha. Si hemos sido verdaderamente
arrancados del poder de las tinieblas y colocados en el Reino de Dios
como la Palabra lo dice, entonces necesitamos experimentarlo. La
Palabra de Dios no es una teoría. Sino un hecho. Si tú has sido
sacado del poder de las tinieblas y transferido al reino de Dios,
entonces Satanás no tiene poder sobre ti. Tu puedes decir, "Pero
mira a las multitudes de Cristianos que oran todos los días, también
el enemigo esta destrozando sus finanzas, y ellos están siendo
devorados con la enfermedad y las dolencias. ¿Cómo puede usted
decir que el enemigo no tiene poder sobre ellos? Es a causa de la
oscuridad. De nuevo, debo repetir: "Esto, pues, es lo que les
digo y les encargo en el nombre del Señor: que ya no vivan más como
los paganos, los cuales viven de acuerdo con sus inútiles
pensamientos y tienen oscurecido el entendimiento. Ellos no gozan de
la vida que viene de Dios, porque son ignorantes a causa de lo
insensible de su corazón" (Ef4:17-18).
La
mayoría de los cristianos creen más en el poder del demonio que en
el poder de Dios. Confesando y creyendo que el poder del mal
prevalecerá sobre ti, tú le das el poder de hacer eso. Cualquier
cosa en que tú creas trabajará para ti. Tú crees en tu corazón
que el diablo tiene poder sobre ti, entonces lo confiesas con tu
boca, y se convierte en tuya por experiencia, puede ser muy difícil
creer a Dios cuando tu experiencia es totalmente diferente. Sin
embargo, si tú retiras tu mirada de las experiencias equivocadas y
comienzas a creer en Dios, tu experiencia se alineará con la
Palabra. Puedes pasarte la vida peleando con el demonio (como yo hice
por muchos años), algunas veces ganando y algunas perdiendo, pero
nunca dándome cuenta que en realidad él no tiene ningún poder
sobre mí.
El
Apóstol Pablo conocía el poder de la mente humana, y el poder de
las creencias y las sugestiones humanas. Esta es la razón por la que
él nos aconsejó que no camináramos como caminan los gentiles, en
la vanidad de su pensamiento. La mente carnal es lo que nos mantiene
en esclavitud a la carne. Pensamos "¿Cómo puedo posiblemente
caminar libre de Satanás y en el poder de Dios? Sabemos que la
Palabra dice que hemos sido liberados del pecado, enfermedad y
muerte, pero está no es nuestra experiencia. Yo tengo enfermedad en
mi cuerpo y lo sé por un hecho. Algunos dicen que el pecado y la
enfermedad no son reales, pero eso no hace que desaparezcan. Nuestro
problema es la oscuridad, la ceguera y la ignorancia. El problema
está en no conocer lo que hemos heredado en Cristo. Es la ceguera de
no ver quien es Él en mí. No soy yo más: "He sido
crucificado con Cristo, sin embargo vivo, no por mí, sino por Cristo
que vive en mi" (Ga 2:20). Si yo a través del
Espíritu, pongo a morir la vida del yo natural, ya no estoy yo más
viviendo, y la vida de Cristo está surgiendo en mi cuerpo. Comienzo
a darme cuenta del poder de resurrección de la Vida Energizante de
Jesús en mi cuerpo mortal.
Tenemos
la Vida de Dios en nosotros. Si tú has experimentado esa Vida, nadie
te la puede quitar. Simplemente cuando tú has experimentado Su Vida
en ti, tú puedes experimentar todo lo que Él es por esa Vida
creciendo en ti. Estamos separados de esa vida debido al
entendimiento oscurecido y la ignorancia. Pablo le dijo a los
Corintios, "pues como ellos no creen, el dios de este mundo
los ha hecho ciegos de entendimiento, para que no vean brillante luz
del evangelio del Cristo glorioso, imagen viva de Dios." (2
Co 4:4). Debemos darnos cuenta que esto también aplica a los
cristianos. El dios de este mundo es el espíritu de este siglo en
donde vivimos. Son todas las creencias humanas que son contrarias a
la Palabra de Dios. Pablo dijo en 2 Corintios 10:4-5, "Las
armas que usamos no son las del mundo, sino que son poder de Dios
capaz de destruir fortalezas. Y así destruimos las acusaciones, y
toda altanería que pretenda impedir que se conozca a Dios. Todo
pensamiento humano lo sometemos a Cristo, para que le obedezca a él".
Debemos renovar nuestras mentes para conformarnos a la Palabra de
Dios. Si nuestra experiencia no se alinea con La Palabra, entonces
nuestra experiencia está equivocada, no La Palabra. Debemos pasar
tiempo buscando a Dios así de esta manera Su luz puede iluminar
nuestra oscuridad.
Salir
de la oscuridad es una experiencia gradual.
Después
de que la noche ha terminado, el
día amanece gradualmente.
La Iglesia ha estado en oscuridad por 2.000 años, pero el día está
comenzando a amanecer. Tú verás pronto gente en la tierra que
caminarán en la realidad de Cristo. Si te abres a la verdad de estas
palabras de Su presencia habitante, tú comenzarás a salir de la
oscuridad. Si tú no estás consciente de Dios viviendo Su Vida en
ti, entonces para ti no es real. Tú solamente tienes un dios de
libro de cuentos. Tú no puedes caminar en el Espíritu como una
teoría, o solo como una buena enseñanza. Si tú empiezas a caminar
en el Espíritu, tú empezarás a ver tus enemigos caer a tus pies.
Pablo
también dijo que tú necesitabas ser renovado en el espíritu de
tu mente. El espíritu de tu mente es una conciencia renovada.
El intelecto humano nunca conocerá el poder de dios. El debe hacerse
vivo en tu conciencia.
"Sometió
todas las cosas bajo los pies de Cristo y a Cristo mismo lo dio a la
iglesia como cabeza de todo. Pues la iglesia es el Cuerpo de Cristo,
la plenitud misma de Cristo; y Cristo es la plenitud de todas las
cosas" (Ef.1:22-23) Hay suficiente revelación y poder
en estas solas palabras que, si tú las crees, te sacarán de la
oscuridad. Yo comencé unos pocos años atrás a APRENDER EL PODER EN
LA PALABRA HABLADA. Yo aprendí que lo que yo creía en el nuevo
corazón que Dios me había dado a mí estaba más allá de las
capacidades de razonamiento de mi mente natural. Tuve
que aprender a seguir y escuchar al Espíritu de Dios dentro de mí,
en vez de escuchar a mi mente natural. Comencé a tener un
encuentro experimental con Dios en mi ser. Esto es todavía una
experiencia limitada, pero está creciendo. Hay
una dimensión en Dios donde no hay pecado, ni enfermedad, ni
dolencia ni muerte. La Iglesia no está aún plenamente allí, pero
estamos comenzando a entrar en ello.
El
apóstol Pablo dijo, "vístanse
del nuevo hombre" (Ef.
4:24). ¿Qué significa eso? Estamos sentados con Cristo en lugares
celestiales (Ef. 2:6) ¿Qué significa esto? Hemos sido bendecidos
con toda bendición en lugares celestiales (Ef. 1:3) ¿Qué significa
esto? Estas declaraciones nos son dadas como hechos, como realidades
presentes, no como algo a esperar para algún día. Hay una dimensión
en Dios donde podemos experimentar estas cosas. Es un conocimiento
consciente de ser lo que La Palabra declara. Empezamos a experimentar
estas cosas cuando tenemos un nacimiento espiritual y empezamos a
crecer en el Espíritu. La palabra dice, "Más
lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. El
primer hombre es de la tierra, terrenal el segundo hombre, que es el
Señor, es del cielo. Cual el terrenal, tales también los
terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. Y
así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la
imagen del celestial." (1 Co 15:46-49). En
esto es lo que La Iglesia esta entrando actualmente. Tenemos que
soportar la imagen de lo celestial. ¡Solo piensa en ello! Un grupo
de gente en la tierra quien está manifestando el carácter celestial
de Jesús. Pablo le dijo a los corintios, "Aquel
que esté unido al Señor es un espíritu con él" (1 Co 6:17).
En tú espíritu está el Espíritu Santo. Estos espíritus no son
dos espíritus, sino UN ESPIRITU. Pablo le dijo a los Efesios, "Por
esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su
mujer, y los dos serán un sola carne". (Ef. 5:31). Tú
eres hueso de Sus huesos y carne de Su carne. Cuando
somos transformados y empezamos a vivir en nuestro espíritu, donde
el Espíritu de Dios habita, nos convertimos en la expresión visible
del Dios invisible.
¡Que misterio divino!
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