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¿Por qué el libro ha sido sellado?
Rev.
5: 1 dice
que el libro fue "sellado
con siete sellos".
El libro de Apocalipsis no es el primer libro sellado por
Dios. Tampoco el libro de Apocalipsis nos explica
adecuadamente por
qué el
libro fue sellado en primer lugar. A
Daniel también se le dijo "sella
el libro hasta el final de los tiempos"
( Daniel
12:4 ),
pero no se da ninguna explicación. Estas cosas se explican con
más detalle por el profeta Isaías.
Isaías
29 habla de la destrucción final de Jerusalén ("Ariel"),
comenzando con la declaración, "¡Ay
de Ariel, Ariel la ciudad donde acampó David".
En ese capítulo Dios da un veredicto final de destrucción sobre los
enemigos de Jerusalén que habían ocupado la ciudad. Considerando
que una vez había sido la ciudad de David, un rey justo, esta
profecía habla de un tiempo en que sería una ciudad de gente y
gobernantes injustos. En ese
contexto, Isaías
29: 9-12 habla
de un libro sellado,
9 Sorprendeos
y quedaos atónitos; ofuscaos y cegaos; embriagaos, pero no de vino;
tambalead, mas no de licor. 10
Porque Jehová derramó sobre vosotros espíritu
de sopor y cerró vuestros ojos, oh profetas, y ha cubierto vuestras
cabezas, oh videntes.
11 Y os será toda visión como palabras
de libro sellado,
el cual si dieran al que sabe leer, y le dijeran: Lee ahora esto; él
dirá: No puedo, porque está
sellado.
12 Y si se diere el libro al que no sabe leer, diciéndole: Lee ahora
esto; él dirá: No sé leer.
La
primera cosa a tener en cuenta es que los sellos en el libro no son
sellos literales. En su lugar, representan el hecho de que Dios
"cerró
vuestros
ojos"
y "ha
cubierto vuestras
cabezas".
También se le llama "un
espíritu de sopor".
El sellado, a continuación, no significa que el libro esté oculto,
o que los hombres no pueden leer sus palabras. El
sellado está en el hecho de que Dios ha puesto a los hombres a
dormir para que no puedan entender su significado.
La
razón por la que el libro está sellado se da en los versículos
anteriores en Isaías. La
gente estaba en rebelión contra Dios y Su ley, así que Dios los
cegó a la verdad que ellos habían rechazado. Por
lo tanto, el fallo se pronunció sobre Jerusalén, pero porque el
mensaje fue sellado, la gente no entendería por qué el juicio
vendría. Isaías
44:18 dice,
18 No
saben ni entienden; porque están cerrados sus ojos para no ver, y su
corazón para no entender.
La
razón para el juicio no es tan difícil de entender, si una persona
puede "oír". La sentencia viene a
causa de la rebelión contra el gobierno de Dios y la continua
violación de Su ley, que es pecado. La
ley dejó en claro que cuando Israel se rebelara contra Dios y Su
ley, el juicio seguiría hasta que la gente se arrepintiera. Hay
muchos ejemplos de esto que se encuentran en el libro de Jueces.
Pero
¿y si Dios pronunció juicio, y el pueblo se negaba a aceptar Su
juicio? En tales casos, la ley de Deut. 17:
9-13 se
aplicaría. Esta
ley manda que las personas obedezcan a la decisión del juez o mueran
por desacato al tribunal, también conocido como "pecado
presuntuoso", o un pecado de presunción. El versículo 12
dice:
12 Y
el hombre que proceda
con presunción,
no escuchando al sacerdote que está allí para servir al Señor, tu
Dios, ni al juez, ese hombre morirá; así quitarás el mal de
Israel.
El
ejemplo más notable de la violación por Jerusalén de esta ley
contra la presunción se encuentra en los escritos de Jeremías. El
profeta dictó sentencia sobre Jerusalén y el templo en Jer. 7:
1-16,
comparando el templo a una cueva de ladrones, es decir, un lugar
donde los infractores de la ley se creían ser "liberados"
o "salvados" de la ley (7:10). El profeta les dijo que
si querían someterse a la sentencia de Dios, podrían servir
Babilonia durante 70 años en
su propia tierra,
sin que la nación fuera destruida. Ilustró esto poniendo un
yugo de madera sobre su cuello ( Jer
27: 2 ).
Sin
embargo, otro profeta, Ananías, quitó el yugo y lo rompió ( .
Jer 28:10 ). Este
profeta actuó "con soberbia" al negarse a someterse al
juicio divino que se había dado por medio de Jeremías. Entonces
Dios le dijo al profeta en Jer. 28:13, 14,
13 Ve
y habla a Hananías, diciendo: Así dice Jehová: Yugos de madera
quebraste, mas en vez de ellos harás yugos de hierro. 14
Porque así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Yugo de
hierro he puesto sobre el cuello de todas estas naciones, para que
sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y han de servirle; y
también le he dado las bestias del campo.
48 Por
lo tanto, deberás servir a tus enemigos que enviare Jehová contra
ti, con hambre y con sed y con desnudez, y en la falta de todas las
cosas; y él
pondrá yugo de hierro sobre tu cuello hasta
que te haya destruido.
Vemos
aquí que porque Jerusalén se negó a someterse a la sentencia justa
que Dios había pronunciado sobre ellos -debido a su pecado- Su pena
no sería en su propia tierra (el yugo de madera), sino llevados a un
país extranjero (el yugo de hierro ). Más que esto, ellos
cumplirían su condena con hambre, sed y desnudez. Pero la ley
de la tribulación va más allá. Se dice en Deut. 28:23, 24,
23 Y
los cielos que están sobre tu cabeza serán de bronce, y la tierra
que está debajo de ti, de hierro. 24
Dará Jehová por lluvia a tu tierra polvo y ceniza; de los cielos
descenderán sobre ti hasta que perezcas.
Esto
no se limita a hablar de lluvia física. Se está hablando del
Espíritu y la Palabra, que es derramada sólo desde el cielo ( Isa.
32:15 ). Así
que en un tiempo de tribulación, que es el juicio de Dios por el
pecado -si los hombres rechazan la Palabra del Señor- Dios mismo
cierra los cielos para que no haya ningún "lluvia". Si se
niegan a someterse a su juicio, pensando que son justos y que Dios es
injusto en su juicio, entonces Él sellará los cielos para que el
Espíritu no sea derramado, y la Palabra no se entenderá. Esto
es lo que provoca el hambre de oír la Palabra ( Amós
8:11 ).
Deut. 11:
13-17 dice
que Dios enviará la lluvia
temprana
y
tardía
(Pentecostés
y Tabernáculos),
si estamos dispuestos a escuchar su Palabra. Si nos atenemos a
las opiniones de los ídolos -opiniones de hombres, tradiciones de
hombres- Él cerrará
los cielos, por lo que no habrá lluvia"
( Deuteronomio
11:17 ). Salomón
más tarde menciona este versículo en su oración de dedicación del
templo, pidiendo que Dios enviara la lluvia cuando la gente se
arrepintiera (Véase 1
Reyes 08:35).
La
solución a esta situación para el pueblo es que se
arrepientan. Deben volver atrás y recordar donde primero
rechazaron la Palabra del Señor -o incluso una parte de ella. Cada
porción rechazada de la Palabra será reemplazada por una tradición
de hombres, gobernados por un ídolo del corazón. El resultado
es la ceguera,
o por lo menos ceguera
en parte. Hay
que orar no sólo para recibir la revelación del Espíritu Santo,
sino también para que Dios nos libere de las veces del pasado cuando
hemos rechazado una porción de Su Palabra. Cuando
Jesús fue tentado en el desierto, Él citó a Moisés y le dijo
en Mat. 4:
4,
4 ... Está
escrito: El hombre no vive solamente de pan, sino de toda
palabra que
sale de la boca de Dios.
El
"me someto a ti"
es una de las principales razones de que la Iglesia de Laodicea esté
afectada por la ceguera, la desnudez, y la pobreza de la Palabra,
porque ha rechazado la mayor parte de la ley y el Antiguo Testamento
en general. Esto ha dado lugar a la ignorancia generalizada de
las fiestas, especialmente la Fiesta de los Tabernáculos, que se
discute ampliamente en la ley. La mayoría de los cristianos ni
siquiera han oído hablar de tal fiesta, y sin embargo, contiene
las claves para una verdadera comprensión de la segunda venida de
Cristo. Habiendo
rechazado parte de la Palabra como sin inspiración, irrelevante o
incluso satánica, la segunda venida de Cristo no puede ser
adecuadamente comprendida y permanece "sellada" para ellos.
Esto
también es la razón por la que el libro de Apocalipsis ha sido un
libro cerrado para ellos, a pesar de que puedan estudiar y memorizar
todas las líneas del mismo. Como
veremos en breve a partir de los escritos de Juan, sólo está
abierto para el vencedor. El resto de la Iglesia piensa de sí
misma ser rica en conocimiento, pero, de hecho, es pobre ( Rev.
3:17 ).
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