¿RAPTADOS AL CIELO? ("Las 70 semanas de Daniel", Dr. Stephen E. Jones)

El Arrebatamiento

En 1 Tesalonicenses 4.17 Pablo habla de ser “arrebatado”. La palabra en griego es harpazo. El término “rapto” viene de la traducción de esta palabra en latín: rapto.

 (16)  Porque el Señor mismo con voz de mando,  con voz de arcángel,  y con trompeta de Dios,  descenderá del cielo;  y los muertos en Cristo resucitarán primero. (17) Luego nosotros los que vivimos,  los que hayamos quedado,  seremos arrebatados [griego: harpazo; latín: rapto] juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire,  y así estaremos siempre con el Señor.

El término griego harpazo es usado para el traslado de Felipe de un lugar a otro en Hechos 8.39. Claro que Felipe no dejó la tierra, pero sí tuvo una experiencia momentánea  transcendiendo tiempo y espacio. Era ciertamente una experiencia espiritual que físicos llamarían un "viaje hiper-dimensional". Es decir, uno puede dejar la dimensión de la tierra, limitada al tiempo y al espacio, al entrar en una dimensión celestial o espiritual, y entonces vuelve a cualquier punto de tiempo y en cualquier sitio del espacio.        

La experiencia de Felipe fue indudablemente profética del arrebatamiento que es profetizado a través de la fiesta de Tabernáculos. De hecho, lo que gente llama "el rapto" es definido y descrito con más precisión por la fiesta de Tabernáculos. Para un estudio más completo en esto, vea mi libro, El Rapto en Vista de Tabernáculos.

Pablo usa el término harpazo en 2 Corintios 12.4, donde él dice que él "fue arrebatado al paraíso" en una experiencia espiritual. La otra vez que la palabra es usada se encuentra en Apocalipsis 12.5, donde el hijo "fue arrebatado para Dios y para su trono".

Felipe no "fue al cielo" sino que fue trasladado de una ubicación a otra en la tierra. Pablo fue arrebatado al paraíso, pero probablemente su cuerpo físico no dejó la tierra. La mujer vestida con el sol dio a luz al Hijo, quien fue arrebatado al trono (la posición de reinar).

Finalmente, Pablo dice que aquéllos que estén vivos y permanezcan serán arrebatados para encontrarse con el Señor en el aire (1 Tesalonicenses 4.17). Es difícil probar en este momento exactamente lo que ocurrirá, pero porque involucra más que sólo los muertos que están siendo levantados, tiene que ser un evento que ocurra durante la fiesta de Tabernáculos. Parece que lo más probable que esto se refiera a la presentación de los Hijos ante el padre en el octavo día de Tabernáculos.

En otros términos, 2 Tesalonicenses 4.16-17 se enfoca en el primero y último eventos de la fiesta en secuencia de cumplimiento. La resurrección y presentación de los Hijos son todo que Pablo menciona aquí. No es por cierto un tratado completo del asunto. Pablo no dice que ambos la resurrección y el "arrebatamiento" de los santos vivientes deben ocurrir al mismo tiempo. El está dándonos meramente el orden de eventos. Nosotros sabemos por la ley que el período de tiempo entero tomará tres semanas, así como tomó simplemente un poco más de siete semanas para cumplir todos los eventos proféticos de la Pascua a Pentecostés. 

Encontrando a Cristo en el Aire

También es importante que nosotros entendamos el propósito de encontrar al Señor en el aire. La palabra griega que Pablo usa es apántesis que es específicamente una palabra usada para describir comisiones de bienvenidas que salen para recibir a los dignatarios visitantes. Por ejemplo, en Mateo 25.1 las vírgenes "salieron a recibir al esposo [novio]". El relato muestra que ellas estaban dándole la bienvenida al esposo y no esperaban  ir a la casa del esposo. Él no estaba dándoles la bienvenida a ellas. Ellas estaban dándole la bienvenida a él. 

La palabra se usa de nuevo en Hechos 28.15 cuando los hermanos de Roma salieron a recibir a Pablo para llevarlo a Roma. 

 (15)  de donde,  oyendo de nosotros los hermanos,  salieron a recibirnos [apántesis] hasta el Foro de Apio y las Tres Tabernas;  y al verlos,  Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento.

Una vez más, los hermanos en Roma consideraron a Pablo como un dignatario visitante, y lo honraron por venir "a recibirnos". En ningún momento nadie contemplaba dar la vuelta y regresar a Jerusalén con Pablo.

Igualmente, cuando Pablo usó el término apántesis en 1 Tesalonicenses 4.17, él no intentó implicar que los santos encontrarían a Cristo en el aire y entonces volverían al cielo con Él. El Señor desciende a la tierra aquí, y los santos salen a encontrarlo para escoltarlo a la tierra con el honor debido a Él.

Ellos Lo encuentran en "el aire" en contraposición a estar bajo tierra. La fuerza de esto es mostrar que ellos han sido levantados de la muerte para encontrarlo en el aire. Porque Pablo también dice que ellos lo encontrarán "en las nubes", normalmente pensamos que esto debe tener un lugar muy alto lejos y fuera de la superficie de la tierra. Pero la palabra griega es aér, de la cual recibimos nuestra palabra aire en español. La palabra es usada en Hechos 22.23,

 (23)  Y como ellos gritaban y arrojaban sus ropas y lanzaban polvo al aire [aér],

Del mismo modo, Pablo dice que su propósito en la vida no era ser como un boxeador de la sombra que "golpea el aire" (1 Corintios 9.26). El término era para ser entendido en contraste con lo subterráneo, el lugar de los muertos. 

Hablando sobre las "nubes", Pablo usaba la terminología de la escena descrita en el libro de Éxodo, cuando Dios descendió al Sinaí y una nube rodeó al monte. Éxodo 19.9 dice,         

 (9)  Entonces Jehová dijo a Moisés: He aquí,  yo vengo a ti en una nube espesa,  para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo,  y también para que te crean para siempre. 

Después leemos en Éxodo 24.18,

 (18)  Y entró Moisés en medio de la nube,  y subió al monte;  y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.

Tanto como es verdad que Moisés ascendió al monte a la nube, es igualmente verdad que él nunca dejó la propia tierra. La palabra griega para nube es nephele, de la raíz, nephos. El Diccionario Explicativo de Palabras del NT de Vine [Expository Dictionary of New Testament Words de Vine] da su significado: 

"denota una masa nublada informe cubriendo los cielos. Por lo tanto, metafóricamente habla de una multitud densa, una muchedumbre. Hebreos 12.1"  
Puede significar nubes físicas, claro, pero la Biblia la usa a menudo de una manera metafórica. Hebreos 12.1 usa el término para referirse a "teniendo en derredor nuestro tan grande nube [muchedumbre] de testigos".

Jesús testificó a Caifás y el concilio en Mateo 26.64 que Él llegaría, "viniendo en las nubes de cielo". Al mismo tiempo sería visto "sentado a la diestra del poder de Dios". Parece que la gran nube de testigos están sentados aun ahora con Él en los lugares celestiales (Efesios 2.6), y desde esta posición de poder Él viene sobre las "nubes" de cielo. ¿Es esto literal o metafórico? Yo no sé qué importa al final, pero a mí me parece que es una metáfora que habla de la manifestación de los Hijos de Dios. Cristo viene en ellas—las nubes—porque El es la Cabeza que se ha unido con el Cuerpo. 

Pero sin tener en cuenta nuestra interpretación, el plan divino no es para que los santos vayan al cielo a vivir con Él, sino que Cristo venga a la tierra para morar con los hombres. Apocalipsis 21.3 dice, "He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos".

La segunda venida de Cristo está involucrada con los días de fiesta de otoño:

1-La resurrección de los muertos viene primero en la fiesta de Trompetas. 
2-Después aquellos que sean los vencedores vivientes serán cambiados a la inmortalidad en 3-el primer día de Tabernáculos. 
4-Seguidamente Su Cabeza vendrá y unirá con ellos, el Cuerpo, a la mitad de Tabernáculos, para que
5-al fin el Nuevo Hombre de la Creación pueda ser presentado al Padre en el octavo día, como la ley ordena. 
6-Entonces, en el mismo día (tiempo terrestre), ellos serán manifestados como hijos de Dios al resto de las personas en la tierra, y el Reino de Dios empezará a crecer rápidamente, ya que los hombres pueden ver a Cristo en ellos [los hijos de Dios] y desean entrar en la misma experiencia. Pronto todas las naciones vendrán a aprender de Sus maneras (Isaías 2:2-4), y la más grande era de evangelización mundial empezará. 

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