Qué cosa tan maravillosa es este amor que nos nace de nuestro Cristo!
Primero, por supuesto, hacia nuestro Abba Padre, que nos creó de nuevo
para volvernos a fundir con Él, y luego, por añadidura, con aquellos Sus
amados hijos con los cuales nos va juntando el Espíritu sin tan
siquiera a muchos de ellos haberlos visto una sola vez! Es como escribió
Juan hoy en su carta exponiendo las telas invisibles con las cuales nos
va juntando Dios nuestro Abba Padre a todos en Su Cuerpo místico de la
verdadera Iglesia!
Como ahora no tengo disponible
juntarme en esas reuniones Divinas en las cuales cargamos las baterias
espirituales, muchas veces desespero sintiéndome aislado de todo y de
todos los que físicamente me rodean, porque la basta mayoría de los que
tengo cerca no precisan del Padre a la manera que lo necesito yo. Ellos
dependen de sus jefes de trabajo, de sus familias, de sus motivaciones
personales y de cien mil cosas más, solo después dejan un pequeño lugar a
Dios. Yo dependo del Padre como el aire que respiro, porque
ciertamente me ha destituido de toda o cualquier confianza en la carne.
Las personas, en su mayoría, aun los creyentes, solo precisan de Dios en
una cierta medida limitada. No viven "fundidos" con Dios ni de Él
precisan como el pez del agua. Separan su vida "normal," de su vida
"espiritual", y entonces sus conversaciones, las cosas que me cuentan y
les sale de sus bocas no las comprendo, no las puedo asimilar y me
suenan a chino. Ni las entiendo ni paciencia alguna tengo para
responderlas. En su mayoría, sus conversaciones exponen "el día de
mañana", sus progresos, sus conquistas, sus proyectos, sus, sus, sus....
Ciertamente,
cada día que pasa, me siento más "extranjero y peregrino" en este
oscuro mundo que me rodea. Y si el susurro del espíritu no me repitiese
que "es normal que sea así", yo ya, desde hace mucho tiempo, me habría
visto con mis huesos en el manicomio. Porque es cierto y verdadero que
todo y todos los que me rodean viven y se mueven al contrario de Cristo
en mí.
Oh Dios mío! qué ardiente deseo de
escuchar Tu Voz en el amado, llamándonos desde el aire!!! Vivo
aguardando ese precioso momento en casi un continuo desespero, en el
cual estemos todos los "fundidos con el Padre" juntos y aclamando Su
Gloria. Vivo pendiente del grito desde lo alto, porque ciertamente nos
hallamos desnudos y completamente aislado en este perro mundo que nos
rodea. Cuan distintas son sus conversaciones, sus anhelos, sus objetivos
y metas. Son dos idiomas distintos los que hablan aquellos que ponen a
Dios por encima de todas las cosas, y aquellos otros que ponen cualquier
otra cosa delante del Padre. Y qué cosa más horrorosa es haber
descubierto este "primer amor" para la mayoría que nos rodea, porque
ciertamente se tira de la cuerda en dos distintas direcciones. Es como
si pusiésemos un buey en el yugo, tirando del arado para el norte, y en
el mismo yugo juntar el otro buey incrédulo para el sur.
La
gente del mundo que nos ama no lo entiende y juzgan todos que estamos
locos, que algo de anormal tenemos en nosotros por depender de Dios de
esta manera. Se esfuerzan, se desuñan para demostrarnos nuestra
"equivocación" señalándonos a la "mayoría" en la ciudad donde vivimos.
La Norma y lo Común nos contradice siempre a voces, aunque nosotros
sencillamente nos quedemos callados. No entienden, no comprenden ni se
les pasa por la imaginación una tal "total dependencia" del Creador
nuestro Abba Padre. Nos toman por débiles y necesitadas criaturas, y no
saben realmente la gran debilidad que tenemos, y mucho menos la que
tienen ellos. Porque la serpiente es astuta y mañosa, y va repartiendo
sus caramelos entre quienes se esfuerzan e intentan superarse en la
carne. Así, pues, estos valientes carnales tienen más dinero que
nosotros, más experiencias de vida que nosotros, más reuniones y
asambleas que nosotros, más vida en abundancia que nosotros, y más y
mejores objetivos y metas que los nuestros. Y a tal punto nos abofetean
con sus conquistas y victorias (que el gusano les permite), que nosotros
muchas veces nos cuestionamos, dudamos si nuestra "dependencia total"
de lo alto será la que Dios quiere y desea para nuestras vidas.
Esta
es nuestra feroz batalla diaria. Es una guerra sin treguas y sin
cuartel que resistimos a diario. En esta isla vivimos y respiramos. En
este conflicto nos movemos...aguardando del Padre Su Voz llamándonos de
lo Alto!!
Gracias Padre amado por estas cartas
que recibimos de vez en cuando, con las cuales nos dejas ver que, aunque
todo el mundo que nos rodea nos repita con sus voces lo contrario,
nosotros los "absolutamente dependientes" somos Tus verdaderos
adoradores!!!!
Amadísimos miembros cercanos,
qué bueno es que estando tan lejos los unos de los otros, nos vemos
siendo entrelazados por Sus cuerdas celestiales.
Un enorme abrazo desde mi exilio en Santarem
Juan Luis Molina (http://mirasoloadios.blogspot.com.es/)
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