X-FINISTERRE AL BORDE DEL JORDÁN (Consuelo para la Señora)


Capítulo 5

PALABRAS DE CONSUELO PAR LA SEÑORA
(EL U.G.A.)

Isaías 51:21 - 52:3
21. Oye, pues, ahora esto, afligida, ebria, y no de vino:
22. Así dijo Jehová tu Señor, y tu Dios, el cual aboga por su pueblo: He aquí he quitado de tu mano el cáliz de aturdimiento, los sedimentos del cáliz de mi ira; nunca más lo beberás.
23. Y lo pondré en mano de tus angustiadores, que dijeron a tu alma:
Inclínate, y pasaremos por encima de ti.
Y tú pusiste tu cuerpo como tierra, y como camino, para que pasaran.
1. Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sion; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén (Señora), ciudad santa;
porque nunca más vendrá a ti INCIRCUNCISO ni INMUNDO.
2. Sacúdete del polvo; levántate y siéntate, Jerusalén; suelta las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sion.
3. Porque así dice Jahveh: De balde fuisteis vendidos;
por tanto, sin dinero seréis rescatados.



"Afligida, ebria, y no de vino"

La aflicción verdaderamente ha sido tremenda. La Señora lo ha pasado mal. El sufrimiento ha sido grande y duradero. Hemos apurado el cáliz de la ira de Dios hasta las heces; cáliz de aturdimiento, sopor y vértigo hasta convertirnos en zombis; porque la desobediencia ciega, vela, embota el entendimiento, haciendo que mirando no se vea y oyendo no se escuche. Hasta que no se obedezca al Espíritu, hasta que no nos convirtamos (volvamos) este velo no será quitado y no seremos libres. ¡Oh paradoja, cuando nos sujetamos al Espíritu Santo somos libres! porque donde está el Espíritu de Dios allí hay libertad (2ª Cor 3:14-17; Is 6:9-10).

Si empleáramos el argot boxístico diríamos que quedamos noqueados, groguis. Esta situación nos recuerda una de las visiones de Rick Joyner, la sobrecogedora visión que relata en "La Búsqueda Final", donde los demonios defecan sobre el ejército santo, sin que este pueda o quiera reaccionar.

Pero esto se acabó, nuestro compasivo sumo sacerdote Jesús ha intercedido por nosotros, para que nos sea quitado el cáliz de aturdimiento y de aflicción, y sea pasado a quienes nos angustiaron, aquellos que se aprovecharon de nuestra impotencia, al extremo de usarnos como carretera asfaltada, como alfombras !como felpudos! !Escena trágica a más no poder la que presenta Isaías en esta metáfora! Demonios que nos han estado doblegando a más no poder, sin remisión, sin posibilidad de escaparnos; realmente una burla y en nuestras propias narices (Jue 16:25). Este era el deplorable estado al que llegó el pueblo del cautiverio babilónico y este es el deprimente y detestable estado al que la iglesia en cautiverio babilónico ha caído en este fin de siglo.

A tal impotencia cayó la Señora por sus pecados y rebeldía, dando lugar al diablo en lugar de resistirlo; pero claro, si primero no te sometes no puedes resistir (Stg 4:7; Luc 7:8).


"Despierta, despierta, vístete de poder"

Nos recuerda el pasaje de Zacarías 3:1-7, donde el sumo sacerdote Josué es despojado de sus ropas viles y vestido de ropas de gala.

El Señor manda despertar, es decir, orar y lo dice dos veces, con severidad, firmeza, de manera solemne e imperiosa. Solamente a través de la oración podremos ser investidos de nuestros vestidos hermosos y de poder; es decir, de la santidad y el poder de nuestro hermano mayor Cristo. Nos decía Marco Barrientos en una de las prédicas más ungidas que jamás hayamos oído, que así fue como Jacob con las ropas de Esaú pudo "robarse" la bendición de Isaac, cuando vamos al Padre vestidos con las ropas de justicia de nuestro hermano mayor Cristo, el Padre "mira hacia otro lado" para no ver nuestra verdadera condición y así poder bendecirnos en su Hijo, sin detrimento de su Santidad y Justicia. Sólo así somos presentables para ser recibidos por el Padre.

Ya es tiempo de vestir nuestras mejores galas, como se hacía en los domingos de antaño, para recibir al Retoño, al Renuevo que está a las puertas. Así vestidos, ¿quién osará venir contra nosotros? (Rom 8:31). Dice nuestro amado Watchmen Nee que la invitación al Banquete de Bodas con el Rey solo será enviada a los que posean, no solamente la túnica blanca de justicia o salvación, sino además el vestido real o de boda, el vestido  de lino bordado y resplandeciente (Sal 45:14; Mat 22:11-14).


"Sacúdete del polvo; levántate y siéntate"

Fijémonos bien que aquí no se dice sacúdete, levántate y anda, sino sacúdete, levántate y siéntate. Recordemos que en el primer año después de entrar a la Tierra, y tras cesar el maná, se comió de balde, de lo que los enemigos de Israel abandonaron en su huída.


"Sin dinero seréis rescatados"

El precio ya se pagó, solamente nos tocan a despertar. ¡Gloria a Dios! ¡Gracias Señor! Y no solo esto, sino que tan pronto como nos hayamos levantado, lo que se nos ha ordenado en varias profecías, Dios nos tiene preparado algo muy especial en recompensa a nuestro dejar de obrar, para obedecerle estándonos quietos. Al igual que el padre del pródigo nos aguarda con impaciencia para ponernos el mejor vestido, el anillo, el calzado e invitarnos a comer el becerro mejor cebado; Él está preparándonos mesa en presencia de nuestros angustiadores (Sal 23:5; Zac 3:4-5).

Creemos que la pequeña y cautiva Señora es la "Elegida" para iniciar y quizás dirigir el Último Gran Avivamiento mundial (U.G.A.), que se desarrollará principalmente en Europa, pero será de impacto mundial. Las naciones vendrán a comprar a la Península Ibérica (a España y Portugal), donde estaba Tarsis (de ahí viene el nombre de "las naves de Tarsis"), "el oro refinado en fuego" que LAODICEA, la iglesia del fin de los tiempos, tanto necesita.

Cuando este avivamiento acabe solo los vencedores de la Iglesia serán arrebatados (nuestros lectores conocen que nuestra revelación al respecto es que sólo los vencedores participarán de la Primera Resurrección recibiendo el harpazo o transformación corporal a imagen del cuerpo de Jesús después de Su resurrección)Será un avivamiento mundial cual no lo ha habido antes ni lo habrá (TABERNÁCULOS); tan grandioso que cuando venga el Señor a nadie le quedará la excusa de decir: "yo no me enteré, yo no oí el evangelio". Será el colosal avivamiento final que hará arder el planeta bajo el fuego del Espíritu Santo, a través de su remanente fiel de vencedores; esto será el colofón de las lluvias o LLUVIA TARDÍA, ahora en el amanecer del tercer día (tercer milenio); lluvias que se iniciaron con la LLUVIA PRIMERA en Pentecostés y después con la LLUVIA TEMPRANA a finales del s. XVIII.


(Is 66:19)
 19 Y pondré entre ellos señal, y enviaré de los escapados de ellos a las naciones, a Tarsis, a Fut y Lud que disparan arco, a Tubal y a Javán, a las costas lejanas que no oyeron de mí, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las naciones.


Exportar el "oro refinado" de la fe pura y el "colirio" de una profunda revelación de Jesucristo. ¡Qué altísimo honor para la Señora y su país Tarsis (Iberia)! Oro de pura y auténtica fe y revelación clara de la verdad, para la Restauración de Todas las Cosas; oro y colirio que las naciones querrán comprar. Fe en la completa palabra de Dios en el clímax de la revelación de todas las dispensaciones, en la reunión de todas la cosas en Cristo, en la culminación en la OMEGA, en la manifestación de nuestro Señor Jesucristo (1ª Pe 1:7)



Capítulo 6


ENTRAD EN EL RÍO DE LA BENDICIÓN


El día veinte de febrero de 1996, aproximadamente un mes más tarde de haberse escrito este libro, la hermana M. D., profetisa habitual de la Señora, recibía y pronunciaba la siguiente profecía en un culto:

"Es tiempo de renuevo para vosotros. 
Quebrantaos y humillaos delante de Mí y buscadme para conocerme. 
Quebrantaos y humillaos delante de Mí y buscadme para conocerme. 
El enemigo anda alrededor y quiere parar Mi obra. 
Velad. Santificaos, limpiad vuestras vidas
Entrad en el río de la bendición, no os quedéis a un  lado.
Yo uso vasos de santidad".

Leyendo con detenimiento, nos daremos cuenta que es demasiada coincidencia, como para que la tomáramos como mera casualidad. Esto nos confirma y alegra, pero nos entristece tener que oír decir al Señor a Su pueblo que Le busque para conocerle, porque implica que ahora no Le conoce. ¡Un pueblo que no conoce a Su Dios! ¡Que Dios nos tenga misericordia!
 
 
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