ESTUDIO-VIDA DE ÉXODO
MENSAJE CIENTO
OCHENTA Y DOS
ERIGEN EL TABERNÁCULO, HACEN SU
MOBILIARIO
Y LAS VESTIDURAS SACERDOTALES
(1)
Lectura bíblica:
Ex. 35:1-10, 20-35; 36:1-7; 39:32, 42-43.
...
DESCANSAR ANTES DE TRABAJAR
A la luz de lo que acabamos de ver, consideremos ahora Éxodo 35:1-3.
Cuando Dios estaba a punto
de mandar a Su pueblo que levantara el tabernáculo, hiciera su mobiliario y las
vestiduras sacerdotales, Él les pidió que primero guardaran el sábado. Esto
significa que ellos debían descansar
antes de trabajar en la erección del tabernáculo. Esto es conforme a
Génesis 2:2 y 3: “Y acabó Dios en el día
séptimo la obra que hizo, y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo, y
bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la
obra que había hecho en la creación”. Hemos visto que justo después de ser
creado por Dios, el hombre empezó a descansar. El primer día del
hombre fue el séptimo día del Creador. Lo primero que hizo el hombre después de
ser creado por Dios fue descansar con Él. Esto indica que antes de
poder hacer algo por Dios, primero debemos descansar con Él. Si usted intenta
trabajar por Dios, debe recibir la gracia, disfrutarla y descansar con Dios.
Entonces usted podrá proseguir y hacer algo por Dios. No debemos empezar a
trabajar por Dios y luego disfrutar de la gracia y del descanso. Esta manera es
según la ley. Según la gracia, primero disfrutamos de la gracia y luego
trabajamos. Primero descansamos con el Señor, y luego trabajamos para Él.
Debemos aplicar este principio a nuestro diario vivir. A menudo oro antes
de hacer algo específico. Por ejemplo, doy un paseo cada día. Antes de salir de paseo, yo oro así:
“Señor, Te doy gracias por la paz que disfruto ahora. Tú sabes que yo
acostumbro salir a dar un paseo. Señor concédeme Tu bendición durante mi
paseo.” Si no oro así, quizá no sienta paz cuando emprendo mi paseo, pues en
este caso no descanso con el Señor antes de iniciar el paseo.
Podemos aplicar este principio a muchas cosas. Supongamos que
usted debe escribir una carta a sus
padres. Antes de escribirla, tome un minuto para descansar con el Señor. Diga:
“Señor, Te doy gracias por poder estar contigo. Señor tengo que escribir una
carta a mis padres. Señor, quédate conmigo mientras escribo esta carta. Me
gustaría descansar contigo y luego escribir esta carta contigo. Señor, Te pido
que escribas esta carta conmigo”. Esto demuestra el principio del descanso con Dios, antes de actuar con Él
y por Él.
El hecho de descansar con el Señor de esta manera puede afectar
aún la manera en que nos vestimos por
la mañana. Si usted descansa con Él antes de vestirse, pienso que se vestirá
conforme a la imagen del Señor. Supongamos que un hermano haya comprado
recientemente alguna vestimenta que expresa al mundo. Si él descansa con el
Señor antes de ponerse esta prenda, quizás se dé cuenta de que no debería
llevarla.
Puedo testificar que sé de lo que estoy hablando cuando me refiero
al descanso con el Señor. La experiencia me ha enseñado lo que significa
descansar con el Señor antes de emprender algo.
EL SIGNIFICADO DEL DÍA DE SÁBADO
¿Conoce el verdadero significado del sábado? Éxodo 20 y
Deuteronomio 12 nos enseñan que el sábado significa recordar al Señor como
nuestro Creador y Redentor. Cuando recordamos Aquél que nos
creó y redimió, guardamos el sábado. Si estamos ocupados día y
noche, nos olvidaremos del Señor y lo pondremos a un lado. Pero existe un
principio, una regla espiritual, según el cual debemos recordar al Señor y
descansar con Él antes de emprender algo. Descansemos con Él, en
memoria de Él, como nuestro Creador y Redentor y también como nuestro Salvador,
Señor, maestro y vida, ¡Cuantas bendiciones y luz recibiríamos si practicáramos
esto regularmente!
Esta manera de entender la palabra acerca del sábado en Éxodo
35:1-3, no proviene solamente de mí experiencia, sino también de la secuencia
de los capítulos 34 y 35. Cuando Moisés estaba en el monte con el Señor, el
Señor le habló acerca de tres fiestas que el pueblo debía respetar cada año y
del sábado que debían guardar cada semana. Luego Moisés bajó del monte y dijo
al pueblo que debían erigir el tabernáculo, hacer su mobiliario, y las
vestiduras sacerdotales. No obstante Moisés no olvidó lo que el Señor le había
dicho. Por consiguiente al exhortar a los hijos de Israel a que construyeran el
tabernáculo para Dios, él pidió que primero descansaran con Él y que lo
recordaran a Él como Su Creador y Redentor. Esta es la razón por la cual el
relato acerca del tabernáculo, de su mobiliario y de las vestimentas de los
sacerdotes, empieza con una palabra acerca del sábado.
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