VI-FINISTERRE AL BORDE DEL JORDÁN (Amor fraternal y Unanimidad derramados)


"Y celebraron la pascua"

En la primera pascua (Ex 12:5-8) la sangre del cordero protegió a los Israelitas del Ángel Exterminador en Egipto. Esto nos habla de que solo el Cordero de Dios tiene la integridad perfecta, solo Su sangre rociada nos la trae (además de la sangre derramada para perdón necesitamos ser rociados para santificación). Nosotros participamos del único que tiene esa integridad perfecta en la comunión, en la UNIDAD, representadas en la participación del pan y el vino pascuales; alcanzamos la integridad perfecta y la plenitud como cuerpo en el cuerpo; es decir, en la comunión con Cristo y con los hermanos.

!He aquí el AMOR FRATERNAL!

Ese amor que tanto echaba de menos el Señor en la iglesia de Éfeso (Ap 2:4); pues quizás este versículo, como dice S. E. Wirt en Después de la Experiencia, no se refiera al primer amor a Cristo de los recién convertidos; pues en el versículo precedente se dice que la iglesia "ha trabajado arduamente por amor de Su nombre"; sino que aluda al sereno y maduro amor fraternal, el amor del Nuevo Testamento ("que os améis los unos a los otros como Yo os he amado") del que tanto nos hablan Pablo, Pedro y Juan en sus epístolas, al amor fraternal no fingido, el amor que da la vida por los hermanos y no del sucedáneo de los fingidos besos y abrazos de rutina al terminar el culto (1ª Pe 1:22).

Si, hermanos, es seguro que todos amamos a Cristo, pero ¿amamos a los hermanos?... ¿nos amamos entre nosotros sin fingimiento?...

Tras la caída del poder, del fuego del cielo que aprueba y consume el holocausto, o mejor dicho, con Su presencia y poder; pues el Espíritu Santo siempre nos trae una carga de AMOR: amor al Señor, amor a los hermanos, también amor apasionado por las almas perdidas, no solo deseo de crecer numéricamente. Esto es evidentísimo tanto en Hec 2:44, como en Hec 4:32, donde tras los respectivos derramamientos se produjeron idénticos resultados de confraternización. !Aleluya, cuando viene el Espíritu Santo siempre nos inunda de amor!

Pero no olvidemos que también trae temor. !Sí!, TEMOR al Señor (Hec 2:43; 5:5); !Temor mortal a desobedecerle, a pecar; pánico santo que puede matar y mata, como fulminó a Ananías y Safira! Creemos que es este temor el que tanto estamos necesitando; algo mucho más allá de lo que entendemos por "temor reverente". ¿O qué sintieron los israelitas al pie del Sinaí? ¿Reverencia simplemente o miedo a morir? (Ex 20:18-19 Pentecostés en Sinaí). Este temor es el que hacía caer postrados, retorciéndose y gimiendo por salvación del alma, (pues ya eran salvos de espíritu), a la vista de las fauces de la Gehenna, a los cristianos, !no hablamos solo de de incrédulos! cuando predicaban, v.g., Charles Finnney, Jonathan Edwards, Christmas Evans, David Brainerd o John  Wesley. Este es el temor que está a la puerta y contemplarán nuestros ojos.

!He aquí la verdadera UNANIMIDAD!

Pues sin amor fraternal y temor de Dios que arroje fuera el pecado, la unidad es imposible. Sólo puede haber unidad con los hermanos en el Señor; lo que quiere decir que si un hermano no está en la "sintonía" correcta, ya sea pastor, anciano, diácono, mi padre, o mi esposa o mi hijo, ni puedo ni debo estar en unidad con él. Repetimos, solamente en Cristo hay unidad. Sólo en Cristo somos uno y no, a la fuerza o por manipulación, en personas o ideas, !en el Señor y en nadie más! (Jer 15:19b; Gál 3:28). La verdadera unidad sólo vendrá tras el amor fraternal, que no se fabrica sino que es derramado de lo Alto, y el verdadero amor fraternal tras la santificaciónSantificación, derramamiento, amor fraternal y comunión o unidad; he aquí el único camino, la única dirección. No se construyen las casas comenzando por el tejado; no se colocan los bueyes detrás del carro; no se hacen llamamientos artificiales a la unidad en primera instancia, obviando la santidad y el amor. La unidad no se fabrica con reuniones de los pastores de una ciudad o región, sino que ha de venir de lo alto.

Creemos que puede decirse que la falta de amor fraternal y la desunión, no son sino síntomas de la verdadera causa: !el cáncer de la inmundicia!

LA VERDADERA UNANIMIDAD SE CONSTRUYE EN BASE A CONDENAR Y NO EN BASE  CONDONAR EL PECADO (Watchmen Nee).

UNÁNIMES SI, PERO EN EL SEÑOR (Rom 15:5-6; Fil 2:2, 5; 4:2).

Porque Dios es santísimo, tres veces santo y sólo se manifestará en medio de la santidad. Cualquier manifestación sobrenatural en medio de la inmundicia, casi con seguridad no vendrá de Dios sino del enemigo de las almas, será una manifestación de espíritus mentirosos.

He aquí, en suma, un pueblo SANTIFICADO, INVESTIDO DE PODER DE DIOS, AMOROSO Y UNÁNIMEUn pueblo, !al fin!, preparado para marchar a la guerra.


"A los catorce días del mes"

Según 4:19 acamparon por primera vez en Gilgal el día diez del mes primero, y celebraron la Pascua el día catorce del mes. Como una herida no sana en sólo cuatro días (Gén 34:25), hemos de suponer que dicha Pascua tuviera lugar al mes siguiente, el segundo mes. Si realmente ocurrió así, tendríamos  un total de treinta y cuatro días, en los que se llevó a cabo todo el proceso, desde la acampada para santificación, hasta la perfecta comunión en esta Pascua. ¿Merecerá la pena dejar todo, parar y confiar esperando sólo en Dios por unos días? ¿Y si no fueran treinta y cuatro sino más? La Palabra es clara al respecto: "HASTA QUE SANARON"; hasta que Jahweh confirme al Josué de turno el día en que el oprobio haya sido quitado, haya sido resuelto.


"En los llanos de Jericó"

Limpios, como recién nacidos, como quedó Naamán tras ser curado de su lepra, tipo de la rebeldía (2ª Re 5), entonces pudieron descender del collado a los llanos y celebrar la Pascua. La tensión se aflojó y el pueblo pudo comenzar a relajarse en la paz del temor y del amor de Dios.



"Al otro día de la pascua comieron del fruto de la tierra, los panes sin levadura, y en el mismo día espigas nuevas tostadas". (v. 11)


"Al otro día"

La bendición de la obediencia no se hizo esperar mucho tiempo; cumplida la condición se obtuvo la promesa (Heb 6:12). Todo se desarrolló tal como el Señor lo dice en el primer capítulo de Isaías, donde vemos que tras el arrepentimiento viene la bendición. Resumiendo ese capítulo vemos:

v. 1-9: Pueblo rebelde, ... que no entiende, sin conocimiento, !gente pecadora!... Cabezas enfermas... desde la planta del pie hasta la cabeza no hay nada sano....
v. 10-15: Dejen de hacer sus obras muertas que me son abominables.
v. 16-17: Lávense y límpiense, dejen de hacer lo malo, restituyan.
v. 18:     Vengan luego y arreglemos cuentas...SI QUIEREN Y OYEN, COMERÁN EL BIEN DE LA TIERRA.

Josué y su pueblo quisieron, oyeron y comieron... ¿y nosotros qué haremos?


"Comieron del fruto de la tierra"

!Al fin se pudo dejar el alimento para bebés!, (según Johnny Enlow en "La Profecía de los Siete Montes": el maná, alimento de emergencia para rebeldes, y el agua de la roca, agua de emergencia para rebeldes). Se acabó la lechita y viene ahora el alimento para gente madura (1ª Cor 3:1-3). El fruto es el alimento y ¿cual alimento, sino toda palabra que sale de la boca de Dios? (Mt 4:4). Creemos ver aquí la vuelta de las revelaciones, los "rhemas", la visión, las visiones, la profecía, los dones, el fruto del Espíritu, milagros y señales ...; es decir, un nuevo fluir para la edificación del pueblo de Dios. Tenemos aquí pan integral (Cristo) y sin aditivos (sin levadura); a Cristo tal cual es; la Palabra al completo sin quitarle lo que escuece, como por ejemplo lo tocante a reprender el pecado y administrar disciplina en la iglesia; y sin añadiduras humanas, tales como doctrinas y reglamentos humanos. Se acabó el "evangelio LIGHT". Se acabó la babilonización o secularización galopante; camino que siguió y sigue la Iglesia Católica Romana, y más tarde todas sus hijas protestantes y evangélicas, la mujer de Mt 13:33, que por mezclar las tres medidas de harina (las perfecciones de Cristo: profeta, sacerdote y rey) con la levadura (añadiduras humanas al evangelio, idolatría, ...) se convirtió en Babel; la iglesia de las mezclas, de la confusión, pues eso justamente significa Babel (W. Nee); es decir, en una Gran Ramera, madre de todas las abominaciones en la tierra, que Dios detesta; pues en sus revolcones con todo y con todos leudaría toda la masa de la "cristiandad": madre e hijas. Y en verdad que ha tenido éxito, pues toda la "cristiandad" está hoy contaminada, en mayor o menor grado, de tal infecta levadura, salvo escasísimas excepciones; tal vez sólo una, la que ha de prevalecer por no tener nada que ver con la “cristiandad” leudada.

!Que tremendo peligro corremos! !Cuanto nos estamos pareciendo a ella!: programas, actividades, marketing de iglecrecimiento, marchas (llamadas así eufemísticamente para que no se note mucho que son procesiones), maquillaje, rutina, evangélicos con hábitos, disfraces y caretas de obras muertas y humanismo, ...; todo esto cada vez más !a mares!; pero santidad !cada vez menos! ¿Reaccionaremos antes de que Cristo nos retire el candelero y nos vomite de Su boca? (Ap 2:5; 3:16). Démonos cuenta que a Laodicea se llega desde Filadelfia por dos caminos: el del exceso, como en los EE.UU. con su "súper": súper-fe, súper-prosperidad, súper-sanidad; y el del defecto, como en España o Europa con su "mini": mini-fe, mini-prosperidad, mini-sanidad...

!Necesitamos COLIRIO si no vemos esto! !Garrafones de colirio!


"Espigas nuevas tostadas"

¿Se tratará quizás de nuestras primicias, nuestros primeros frutos, las primeras almas añadidas tras la santificación y la comunión fraternal? Seguro que sí, y además !calentitas!, recién horneadas, como las espigas nuevas tostadas.


"En el mismo día"

Recordamos ahora que el mismo día en que fue derramado el Espíritu Santo, en Pentecostés (Hc 2), Pedro habló con poder y con gran revelación y tres mil espigas nuevas brotaron. Podría decirse que fue una buena campaña ¿no creen? Y eso aunque no hubo carpa, ni payasos, ni guiñol, ni mimo; no hubo folletos ni nada de eso (Is 31:1). Solamente una cosa se necesitó: una iglesia santificada, unida y transformada por el poder del Espíritu Santo. Repitámoslo una vez más: solamente una iglesia que haya pasado por la "Experiencia de Aposento Alto"; es decir, por el Jordán, Gilgal, Aralot y los llanos de Jericó, solo una iglesia así estará capacitada para evangelizar; o más bien, para que el Señor pueda añadir a ella los que tengan que ser salvos.

!A ti se te dice Señora!: ¿Estás dispuesta a reconocer tu error, parar, acampar, santificarte y celebrar la Pascua, para ser investida del poder de lo Alto? ¿Estás dispuesta a reconocer tu CEGUERA y tu REBELIÓN? ¿Estás dispuesta a despojarte de tu disfraz de ACTIVISMO dejando al aire tu desnudez? ¿Estás dispuesta a lavarte, limpiarte, dejar de hacer lo malo, RESTITUIR y venir luego para estar a cuenta con tu Dios? ¿O dirás como el pueblo rebelde a Jeremías: "no andaremos" (Jer 6:16); o como le dijeron a Isaías: "no queremos quedarnos quietos" (Is 30:15)?

La Palabra es clara: "si quisieres y oyereis". No es que la mano de Dios se acorte para darnos, sino que la bendición depende de nuestra voluntad de oír y obedecer.

!Señora, Señora, "que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados!... !Cuantas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta  a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste! He aquí vuestra casa os es dejada desierta" (Mt 23: 37-38). (¿Recuerdan la prédica de la higuera estéril próxima a ser arrancada?) "Porque os digo ahora (hoy Señora, hoy) que no me veréis hasta que digáis: bendito el que viene en el nombre del Señor" (v. 39).

Severa amenaza la que pende sobre nuestras cabezas. ¿Será suficiente para movernos al arrepentimiento verdadero?



12. "Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año".


"El maná cesó desde que comenzaron a comer"

El "desde" es enfático. Hasta aquí el Señor nos ha alimentado "gratis", con pan y agua de emergencia, con almas que no ha "ganado" la iglesia, sino que el Señor ha traído. Pensemos un momento en la procedencia de esas almas nuevas que vinieron la iglesia durante los tres últimos años. ¿Cómo vinieron? ¿Fueron fruto de las campañas en los parques de Txurdínaga, Etxebarría, el de los Patos u otros? Ni una sola; sino que todas las almas nuevas que han perseverado, vinieron por sí mismas, traídas por el Espíritu Santo o por evangelización personal. !Y gracias a Dios que haya sido así!, pues de lo contrario sabe Dios donde hubiéramos podido ir a parar, al añadirse a nuestro extravío la jactancia por el "fruto silvestre".

Desde que aparezcan las nuevas espigas de la tierra; es decir, los primeros frutos del avivamiento soñado, "comer de gratis" se acabará. El primer año o periodo aún disfrutaremos de balde, pero luego terminará la gratuidad y, !al fin!, aquellos a quienes tanto les cuesta estarse quietos, podrán y tendrán que trabajar; y más les valdrá que entonces si lo hagan; ahora si, en las obras preparadas por Dios de antemano, pues sino serán arrancados y se secarán por inanición.


"Nunca más tuvieron maná"

Se acabaron definitivamente las "aspirinas con azúcar". Se acabó el no reprender, el hacer la vista gorda como el sacerdote Elí (1ª Sam 2:22 y ss.), se acabó el admitir excusas, ..., se acabó por fin la lechecita. !Aleluya!

Se terminaron los lloros, las quejas, las pataletas y los coros de plañideros-as pletóricos de afectación, con pretensión de intercesores. Se terminaron la mundanalidad, la prevaricación, el temor de los hombres, la acepción de personas, el secretismo, los chismes, ... 

!NUNCA MAS TUVIERON!

!Gloria al Señor!


"Aquel año"

¿Cual año? El año de la santificación, este año que comenzamos; el año de prórroga de la higuera, de la Señora Elegida; !el año mil novecientos noventa y seis! Aquel año de prórroga que en Su misericordia el Espíritu Santo solicitaba al Señor para la higuera. Dios por Su maravillosa gracia aún nos mantendrá un año más de lo que no sembramos, de las espigas que amorreos, cananeos, etc. abandonarán en su huída. El año agradable, sin duda, pero también el año de prórroga. Es urgente reconocer que nos estamos moviendo "en el tiempo de descuento", en un tiempo extra de misericordia, que se nos ha concedido.

Finalizado tal año vendrá la hora de la verdad y será cuando santificados, revestidos de poder y unánimes, habrá que trabajar y hacerlo con denuedo; ahora si, en las obras preparadas de antemano por Dios, para que andemos en ellas (Ef 2:10). El de ahora no será pues tiempo de sembrar, sino de CAVAR Y ABONAR, actividades ambas internas y no externas, de puertas hacia adentro. ¿Recuerdan? el alimento de ese año vendrá "gratuitamente", aunque esto sea difícil de digerir para estómagos orgullosos y para los necios, que habiendo comenzado por el espíritu, se empeñan en acabar en la carne (Gál 3:3); aquellos que pretenden el avivamiento por las obras de la carne y no por la fe.

Pasado este año agradable ya se podrá salir de Jerusalén (las paredes de la Señora) e ir en pos de la conquista de Jericó (Bilbao) y luego de Hai (Lekeitio) o Getxo o ..., y todo cuanto el Amado nos ponga por delante.



13. Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?

"Cerca de Jericó alzó sus ojos"

Yahweh había engrandecido a Josué delante del pueblo (4:14), pero estando ya cerca de Jericó Josué aún no sabía cómo enfrentar y ganar su primera batalla; el Señor todavía no le había revelado los detalles del segundo paso tras la acampada. Estaba preocupado por ese paso, que no le sería revelado hasta haber completado el primero. Josué tenía "el que" delante de sus narices: conquistar Jericó,  pero no sabía "el cómo" ni "el cuando". Esos detalles finales le fueron mostrados en el momento justo, ni antes, ni después; justo en el tiempo de Dios la revelación vino, y lo hizo con teofanía incluida. Cuando alzó los ojos y dejó de mascullar sus propios planes, !gloria a Dios y aleluya!, ahí estaba el Estratega de estrategas, el Capitán de las Huestes Celestes, nuestro santísimo Señor Jesucristo.


"Delante de él"

Posición correcta: Cristo al frente, luego el líder y tras ellos los demás. La Nube siempre por delante y encima, para no "tostarnos". "Como poderoso gigante irá delante de nosotros" (Is 42:13).


"Tenía la espada desenvainada"

Esa era la señal de que ahora si había llegado la hora de pelear o quizás más bien de ocupar el territorio que Él ya había conquistado; porque siempre es sin ejército y sin fuerza, pero con el Espíritu de Yahweh de los Ejércitos (Zac 4:6). Esta es la santa y constante táctica de lucha en toda la Biblia; v. g.: 2º Cr 20:1-30; Ex 14:13-14); Sal 46:1-3, 10; He 4:10; Is 30:15; Jos 6:1-5; 1ª Sam 2: 9c; ...



14. El respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Yahweh he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo?


"El respondió: No"

El Señor se santificó a Si mismo: "Por supuesto, Josué, Yo no soy de los tuyos y mucho menos de los otros. YO SOY mucho más. YO SOY Dios y no hombre. YO SOY el Señor y nadie se compara conmigo".


"Mas como príncipe ... he venido ahora"

"Antes tenía el traje de Sacerdote, de Intercesor y de Santificador, pero ahora llevo el traje de Rey, de Príncipe guerrero, ahora vengo de ganar la batalla para vosotros".


"Entonces Josué, postrándose... adoró"

Es al oír Su voz que reconoció al Señor que tantas veces le había hablado, pero Al que por primera vez contemplaba sin poder apenas mirar. !Qué éxtasis tan sublime disfrutaría Josué! !Cuan gloriosa sumisión adoratoria del siervo fiel ante Su Príncipe! !Gloria a Dios! Es como si Josué hubiera dicho algo así: "¿Cuales son Tus instrucciones para el próximo paso, mi maravilloso Espíritu Santo?" o , como reza el texto,: "Que dice Mi Señor a su siervo?"


15. Y el Príncipe del ejército de Yahweh respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo.


Es como si el Señor le hubiera respondido: "Amado Josué, ¿por qué estás preocupado? ¿no te das cuenta que el lugar que querías ganar es santo, es decir, que ya Yo lo gané?".


A lo que Josué le hubiera respondido: "Maravilloso Dios, creo lo que me dices, ayuda mi incredulidad, Tu sabes que te adoro con todo mi ser".

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