Mateo 7: 14
… porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
Lucas 13: 24
Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.
El texto de Mateo divide a los cristianos en dos grupos: los pocos que entran por la puerta angosta y el resto que no lo hace… Entre esos pocos que entrarán, algunos habrán sido forzados a hacerlo por la vía dolorosa del electrochoque y la camisa de fuerza (parábola de los invitados a la boda… Luc. 14: 23) y entre esos forzados algunos no se rendirán, se amargarán contra Dios y le darán la espalda…
El texto de Lucas nos deja entrever que hay un tiempo para esforzarse por entrar, pero que llegará un momento en que muchos no podrán entrar por mucho que lo intenten, porque la puerta se cerrará y será demasiado tarde… (parábola de las 10 vírgenes… Mat. 25: 11-13).
Entre esos pocos a los que se les cerró la puerta estarán algunos cristianos "abducidos" por la información conspiranoica… (véase: ABDUCIDOS POR LA CONSPIRACIÓN ), en estado de ensoñación, un sucedáneo del "despertamiento", valga la paradoja. Y también otros, que habiendo escuchado por años de la necesidad de cruzar el Jordán muriendo al yo y entrar en Tabernáculos, se quedaron con el simple conocimiento, pero por incredulidad, por desobediencia, no permitieron que esa palabra encarnase en sus corazones, al no ponerla en práctica.
Esos negligentes y contumaces de ambas categorías (ver artículo CONTUMACIA, ESTADO LETAL) siguen en la "Feria de la Vanidad", entreteniendo y alimentando a sus Ismael-es, en lugar de despedirlos junto a su madre la carne; continúan coqueteando con el mundo en lugar de santificarse; permanecen aferrados a las riquezas como el joven rico y siguen especulando con sus teorías "escatológicas".
Para mayor inri, muchos de ellos se saben en el desierto y oran pidiendo ser crucificados. Tan necios son, que sabiéndose en el desierto y no dándose cuenta de que ello conlleva la admisión de su estado de ceguera carnal o anímica, siguen vagando sin reconocer que sin luz nunca llegarán a ninguna parte. Es más, no se dan cuenta de que puede haber otros que ya salieron del desierto y ven lo que ellos no pueden ver, debido a que las gafas oscuras (velo) por las que ellos miran son aptas sólo para el desierto (Apocalipsis 3: 17 “Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo”). Simplemente, no entienden que morir es soltar TODO lo carnal y estarse QUIETOS; es decir, ¡CRUZAR y ACAMPAR!
PELIGRO GRAVE: Se acaba el tiempo de cruzar al OTRO LADO. Después les espera el electrochoque y la camisa de fuerza; esto es, severa tribulación, sufrimiento extremo. Si todavía no se convierten a Cristo aún con eso (2ª Cor. 3: 16), se habrán perdido la oportunidad de VENCER y gobernar con Cristo en el MILENIO.
Oramos para que no lleguen a este punto de cauterización y encallecimiento; y si no les fuera posible, que en su ira el Señor se acuerde de su misericordia.
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ABDUCIDOS POR LA CONSPIRACIÓN, Administrador
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