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Libro: LIBRE ALBEDRÍO versus PROPIEDAD, Dr. Stephen E. Jones (XIII-NUEVOS CREYENTES-Marcia y Hannia 5)




NOTA DEL ADMINISTRADOR:

Las siguientes conversaciones de orientación son reales. Solo se  han omitido algunos nombres y realizado leves retoques, para guardar el anonimato.
Hannia Jordana es compañera de trabajo de Marcia.










Amadas Marcia y Hannia:
Hace un tiempo que nos quedó pendiente el tema del libre albedrío del hombreversus soberanía de Dios o predestinación. Pues bien, por Su soberana voluntad me ha llegado este maravilloso librito de tan solo 19 páginas, que me satisface plenamente. Espero que lo disfrutéis. Ya me contaréis...
Un cariñoso abrazo en nuestro precioso Señor Jesucristo.

LIBRE ALBEDRÍO versus PROPIEDAD
Por
el Dr. Stephen E. Jones
(19 Páginas)
Tabla de contenidos:




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© copyright 1998
Revisado 2003
Publicado por: Unido Ministerios de Dios 6201 University Avenue, NE Fridley, MN 55432
 
Se concede el permiso, con fines no comerciales
para descargar y hacer copias
de cualquier material de este sitio web, incluyendo este libro.

Capítulo 1 
Libre albedrío y la Soberanía de Dios

 

La Pregunta del Libre Albedrío

Yo creo que este folleto le va a dar de ayuda en entender la Soberanía de Dios, y la pregunta completa sobre Libre Albedrío. Cada cristiano, parece, que cree que Dios es soberano en el universo. Por otro lado, la teología del hombre también parece que niega la soberanía de El cuando les preguntamos por los detalles. Dios es soberano, nos dicen, pero por alguna razón, Dios ha escogido abandonar Su Soberanía, o su control sobre su creación, en orden para dar al hombre un libre albedrío.
Además, para complicar el asunto, muchos creen que uno de los ángeles superiores de Dios decidió, por su propio libre albedrío—por supuesto—derrocar a Dios. Este Lucifer, o diablo (De acuerdo al punto de vista comúnmente sostenido) fue también dotado libre albedrío, y convenció a otros enfadados ángeles quienes estaban celosos de Dios, o enojados con Él por razones confusas, para unirse a la rebelión. El fondo de esto es que comúnmente es creído que los dos, hombres y ángeles, tienen libre albedrío, y pueden pecar o no pecar por su propia decisión.
Nosotros, si vemos en la Biblia que al hombre se le dijo que escogiera lo que es bueno y que evitara lo que es malo. El hombre si tiene una voluntad; no hay duda acerca de eso. Es comúnmente creído que si el hombre tiene una voluntad, entonces debería de ser totalmente libre.
El problema, entonces, es que se nos ha dicho en Juan 6:44 que ningún hombre es capaz de venir al Padre, excepto que el Padre no lo atraiga. La palabra Griega helkuo quiere decir, “arrastrar”. Y es traducida en la Reina-Valera como “trajere”.
Juan 6:44
44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere [#1670 helko]; Y yo le resucitare en el día postrero.
NT: # 1670
helkuo (hel-koo-o); o helko (hel-k0), probablemente semejante a NT:138; “arrastrar” (Literal o figurativamente).
Tú vas a encontrar esta misma palabra usada en otras partes de la Biblia, tal como en Juan 21:6,
Juan 21:6
6 Él les dijo: “Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis”. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar [#1670 helko] por la gran cantidad de peces”.
La misma idea es expresada cuando los pescadores arrastran sus redes. Ahí hay pescado en la red, y el pescado no tiene gran cantidad de libre albedrío para escapar una vez que han sido capturados en la red. El pescado no sabe esto, pero nosotros, de una más alta inteligencia lo sabemos.
También encuentras esta misma palabra en Santiago 2:6,
6 Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos mismos los que os arrastran [#1670 helko] a los tribunales?
¿Los opresores ricos y poderosos vienen tocando en tu puerta y dicen?, “¡Usted tiene una denuncia aquí! Nos gustaría que viniera a nuestra corte porque queremos poner una demanda contra usted”.
Yo no creo que ellos le den a alguien el libre albedrío de opinión para rehusar. Ellos te esposan y te arrastran a Corte. Ese es el tema de Santiago 2, que quiere decir, “arrastrar”. Arrastrarles, implica, que no tienen mucho libre albedrío en el asunto. Ellos podrán pelear y gritar todo lo que quieran, pero no pueden decidir que hacer. Alguien de una más alta autoridad ha hecho ya la decisión por ellos, y ellos son forzados a cumplir.
Juan 12:32
32 Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré [#1670 helko] a mí mismo.
Aquí, Jesús usa la misma palabra, arrastrar. Esto no suena como si el hombre tuviera mucho que decir en el asunto. En otras palabras, si la expresión “arrastrar” implica que el rico y poderoso está arrastrando a la Corte; o la red está arrastrando pescado dentro del bote, entonces los que han sido arrastrados han tenido su “libre albedrío” anulado por una más alta voluntad. Por lo tanto, podemos decir que si Jesús fue levantado, esto es, en la cruz—que lo fue--, Él va a arrastrar a todo hombre a El mismo, justamente como El plenamente lo dijo. Él lo hará.
¿Qué hace esto al libre albedrío? La palabra atraer [#1670 helko] realmente no permite hacer mucho por el libre albedrío.
Juan 6:37
37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mi viene, no le hecho fuera.
Quienquiera que el Padre ha dado a Cristo, va a venir a Él. En otras palabras, esos quienes deciden venir a Cristo por su propio “libre albedrío”, son la gente a quienes el Padre ha dado a Él ya. Hay Alguien detrás de la escena quien ha hablado a esa gente, y por lo tanto su respuesta es, “yo creo que quiero venir a Cristo”. Ellos piensan que es todo por su libre albedrío propiamente, sin embargo Dios ha jugado un papel escondido en el fondo, escogiendo permanecer anónimo.
Dios los ha escogido, así ellos, a su vez, van a escoger a Dios pareciendo que es de su propio libre albedrío. Dios preserva esta ilusión del libre albedrío, y esto nos da la idea de que todos nosotros hemos decidido nuestro propio curso. Nosotros sostenemos esta ilusión del libre albedrío en nuestra inmadurez. Una vez que empezamos a entender quién es Dios, y vemos Su soberanía y Su gloria, y entendamos que Él verdaderamente es el Soberano del universo; entonces vamos a empezar a ver que nuestra voluntad es meramente un responder a Su voluntad. Mientras más vayamos conociéndolo a Él, cuanto más soberano Él parece llegar a ser; y tanto menos parece ser por nuestro libre albedrío.
Así la pregunta llega a ser, ¿Por qué el hombre siente la necesidad de cuestionar la soberanía de Dios, y establecer la idea de su propio libre albedrío? ¿Qué es lo que hay detrás de esta necesidad para cuestionar la soberanía de Dios? ¿Cuál es el motivo detrás de esto que hace muy fuerte a la gente sentir absolutamente obligada a mantener libre albedrío, y sin que su universo entero se haga pedazos? Hay tres motivos básicos para el mantenimiento del libre albedrío por el hombre:
- El primer motivo, es el orgullo humano y la necesidad del hombre de hacer algo por sí mismo en orden a ser salvo. El hombre quiere que Dios piense que él (el hombre) ha venido a Él por su propia iniciativa, para que Dios esté contento con la decisión del hombre. En otras palabras, “Yo tengo algo de participación en mi salvación. Esto es un esfuerzo cooperativo entre Dios y yo. Dios no puede hacer nada sin mí, tal como no puedo hacer nada sin Dios”. Nosotros escuchamos mucho acerca de este esfuerzo cooperativo. Bueno, estoy de acuerdo que en un nivel parece que necesitamos cooperar con Dios—al menos en apariencia--, y no tengo un problema real con eso. Mi pregunta es: ¿Quién es él que implantó la idea dentro de nuestros corazones para hacernos cooperar con Dios?
- El segundo motivo detrás de la idea del libre albedrío es que nuestra vieja vida Adánica sigue estando bastante viva. Esta vida quiere mantenerse por sí, y sobrevivir; no quiere morir. Esta es la mente carnal, y esta usa el ego del hombre para enfocarse sobre el hombre. Esto hace a la voluntad del hombre la creadora de todas sus decisiones. El hombre llega a ser la medida de todas las cosas, como los filósofos han dicho. Esencialmente, su corazón es un punto de vista humanístico del mundo.
- Tercer motivo, y tal vez el más importante para nuestro propósito, la razón para la idea de libre albedrío es la necesidad de explicar la existencia del mal en el mundo, en una manera que no haga a Dios responsable de esto. En otras palabras, si Dios es Soberano (somos preguntados), entonces ¿Por qué El permite todo este sufrimiento humano que se lleve a cabo? La gente siempre trae todos los cuentos terribles que pasan, y que continúan pasando. Si Dios realmente fuera Soberano, entonces, ¿por qué no hace algo acerca de los problemas del mundo? ¡Seguramente Él no puede ser tenido por responsable!
Teólogos y filósofos cristianos han propuesto dos soluciones opositoras a esta tercera pregunta. Un grupo dicen que ellos realmente no entienden el propósito de Dios para el mal, pero saben que Dios va a obrar todas las cosas para bien (Romanos 8:28). La otra solución es que Dios no es realmente responsable, que todo es causado por la humanidad y el diablo quien los inspira. Jeremías tiene algo que decir acerca de esto:
Jeremías 31:18-19
18 Escuchando, he oído a Efraín que se lamentaba: Me azotaste, y fui castigado como novillo indómito; conviérteme, y seré convertido, porque tú eres Jehová mi Dios. 19 Porque después que me aparté tuve arrepentimiento, y después que reconocí mi falta, herí mi muslo; me avergoncé y me confundí, porque llevé la afrenta de mi juventud.
Por el Espíritu, Jeremías escuchó a Efraín orando como “novillo indómito” que estaba arando una tierra para que Dios lo convirtiera, y él iba a ser convertido. Convertirse quiere decir arrepentirse, ir en otra dirección. En otras palabras, el agricultor es el responsable de convertir al novillo en la dirección correcta cuando se esté arando el campo. El problema es que este “novillo” particular es la tribu de Efraín, o la nación de Israel en general, y ellos no estaban acostumbrados a ser obedientes a Dios, el Agricultor.
Efraín continúa diciendo que después de que Dios lo convierta, él se convertirá, o se arrepentirá. El pasaje no dice que Efraín se arrepintió y después Dios lo convirtió, como si Dios hubiera reaccionado a la acción de su novillo. Dios está claramente mostrando ser “como las riendas” por así decirlo. Él es el Único en control del novillo. Así Jeremías está mostrando que Dios tiene que iniciar todo,--de otra manera no sería llevado a cabo.
Nadie de nosotros sería salvo al menos que Dios lo hubiera iniciado primero. Ningún hombre puede venir al Padre, a excepción que el Padre lo arrastrare. Si Dios ha ordenado algún evento desde el principio (Llamado “predestinación” si quieres la palabra “P”), si El ha determinado algo, y lo ha ordenado, entonces esto va a pasar; PERO parecerá como si lo hiciéramos todo por nosotros mismos.
Jeremías 17:14
14 Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza.
Otra vez ¿Quién es la causa, y cuál es el efecto? La carne del hombre no puede iniciar alguna cosa buena. En mi carne no hay cosa buena.
Santiago 1:17 dice, “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto”.
Uno de los más grandes dones que Dios puede darnos es el don del arrepentimiento.
Romanos 2:4 dice que “Su benignidad te guía al arrepentimiento”. Si Dios nos guía al arrepentimiento, y empieza a arrastrarnos al Padre, entonces deberíamos de parar de estar tomando crédito por nuestro arrepentimiento, y empezar a alabar y agradar a Dios por darnos esta buena dádiva y don perfecto.
Si Dios no nos convierte --que es la causa para responder y convertirnos a Él--, simplemente no nos convertiríamos. Así, entre esta realidad, y la palabra “arrastrar”, podemos preguntar: ¿Es esto realmente libre albedrío? Al hombre siempre le gustará tomar crédito por su arrepentimiento hacia Dios, su aceptación de Cristo Jesús como su Salvador, como si su salvación estuviera basada sobre su propio libre albedrío de decidir. Para muchos teólogos esta es la única cosa que da a la salvación cualquier legitimidad. Ellos creen que si Dios ejercita Su Voluntad o interfiere en alguna manera con la decisión del hombre para venir a Dios, entonces de algún modo esto va en contra de la naturaleza de Dios.
Juan 1:11-12
12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
Hasta este punto suena como si el hombre tuviera libre albedrío. Pero entonces Juan dice en el verso 13:
13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
Esto no es la voluntad de la carne; esto no es la voluntad de varón; esto no es por linaje de sangre. Esto es solo hecho por la voluntad de Dios. De todos los escritores de los Evangelios, Juan es el que hace el asunto de la soberanía de Dios más claro. ¿Estaba Juan inconsciente del debate sobre el libre albedrío? No, porque este asunto estaba en debate, precisamente tan caliente en sus días como está ahora en los nuestros. Había tres escuelas judaicas de enseñanza en esos días. Los esenios que creían que Dios era totalmente soberano. Los saduceos, que creían que el hombre tenía libre albedrío total. Los fariseos, que estaban en el medio, y creían que Dios “ayuda” a la gente a hacer bien. Estas mismas escuelas de enseñanza han venido hasta nosotros hoy día.
Por supuesto, recuerda en Efesios 1:11, que Dios hace todas las cosas de según el designio de Su Voluntad.
Efesios 1:11
11 En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,
Para absolver a Dios de cualquier responsabilidad por el mal en el mundo, muchos teólogos cristianos hoy sienten la necesidad de quitar la mayoría de la soberanía de Dios. Primero atribuyen la soberanía a Dios y después toman la soberanía de vuelta y dan la mayor parte de la misma al diablo y al hombre. El libre albedrío cuando se toma en su conclusión lógica, remueve toda la soberanía de Dios, dejando a Dios totalmente impotente para hacer algo, menos estar a la línea de banda y amenazar a la gente con un castigo cada vez más incrementado. Él está ahí, y espera y espera, y espera que alguien escuche, pero es impotente para realmente hacer algo. No es de asombrar, entonces, que muchos cristianos viven con miedo al diablo, en vez de por fe en Dios. Mientras ellos expresan fe en Dios con sus labios, se van a casa creyendo que Dios está en sería necesidad de ayuda para llevar a cabo Sus metas en la tierra.
Yo pienso que la mayoría de la gente está de acuerdo de que Dios no tiene que hacerlo de esta manera, si El así lo había escogido en el principio. Pero, la mayoría de ellos dicen que Dios lo hizo de esta manera, porque, por alguna razón misteriosa “no explicada en la Biblia”, Él tenía que preservar el libre albedrío del hombre. Algunos llegan inclusive a insistir en que Dios tenía que preservar el libre albedrío de los ángeles también. Recuerda, se nos enseña a menudo de que el diablo pecó por su propio libre albedrío.
Para mí es interesante que Dios tenga que estar en la línea de banda retorciéndose las manos, esperando que la gente se convierta a Él. Él está ahí en desesperación cuando las cosas no van a su manera, pero el diablo no tiene tales restricciones. “El diablo me hizo hacerlo”, porque (ellos dicen) no es un caballero, pero Dios lo es. Dios puso las reglas limitándose Él mismo y su propia voluntad en los asuntos del hombre, por eso no puede hacer nada acerca de nuestras decisiones. Sin embargo, el diablo tiene libre albedrío, dicen ellos, incluso si Dios no lo tiene. El diablo no ha puesto alguna regla por él mismo; pero aun así él es libre de imponer su voluntad sobre todos.
Cuando el espíritu de Dios habita en tu cuerpo, ¿tú sigues pecando por tu propio libre albedrío, verdad? Pero cuando el diablo habita en tu cuerpo y tú sigues pecando, entonces, tú no tienes libre albedrío,--el diablo te hizo hacerlo. ¿Por qué es esto? Se nos ha dicho que el diablo puede predominar sobre tu libre albedrío, pero entonces, Dios no puede. ¿No es esto interesante? ¿Es de asombrar, que al final, el diablo gane por lo menos el 99% de la humanidad?

¿Quién es Realmente Soberano Aquí en la Tierra?

¿El diablo ha tomado soberanía, y Dios ha renunciado? ¿Ese es el tipo de Dios al que servimos? Cuándo te detienes y piensas acerca de esto, en dejar intacto el libre albedrío en el hombre, crea una muy espantosa situación en el mundo, porque si Dios está al margen y no puede predominar sobre el libre albedrío del hombre, entonces, ¿Cómo puede Dios profetizar algo? Hay libros dondequiera hoy, que incluso están de acuerdo con esa premisa. Dicen, “Eso es verdad, incluso Dios no sabe lo que va a pasar todavía, porque el hombre no ha decidido, y el diablo no ha decidido”. Todo esto es un asunto de táctica, y Dios no tiene control sobre la situación.
Deberíamos preguntarnos a nosotros mismos, ¿Cuánto libre albedrío tenía el Apóstol Pablo cuando él fue convertido? Una luz vino y lo tumbó sobre su espalda, la luz resplandeció en sus ojos, y una voz del cielo le habló. Ponte tu mismo en sus zapatos. ¿Hubieras podido decir, “no”? Pablo se llamó a sí mismo el principal de los pecadores en 1 Timoteo 1:15. Dios salvó al principal de los pecadores tumbándolo al piso, reclutándolo, y diciéndole: “Tú me vas a seguir desde ahora en adelante”, anulando totalmente el libre albedrío de Pablo. Esto pudiera ser tratado como una excepción a la regla. Pero pregúntate a ti mismo una cosa: ¿Qué sería si Dios hiciera eso a cada ser humano en el mundo? ¿Cuantos no cristianos tendría el mundo hoy?
Si las reglas de libre albedrío hubieran sido establecidas, entonces, aparentemente Dios puso a un lado esas reglas cuando vino al apóstol Pablo. Esto no es justo, ¿Cómo puede alguien creer que Dios realmente quiere salvar toda la humanidad, y sin embargo revelarse El mismo solo a unos cuantos? Si Él realmente amara toda la humanidad, ¿No haría con todo el hombre como lo hizo con Pablo?
La realidad del asunto es que si Dios quisiera salvar a cada uno en este mismo día, Él podría hacerlo muy fácilmente. Todo lo que tendría que hacer es repetir lo que hizo al apóstol Pablo. Tumbar a todos al suelo y decir, “Yo soy Jesús, a quien tú persigues”. ¿Quién disputaría con Él? De hecho, mira algunas situaciones menores. Cada vez que hay un encuentro genuino de arrepentimiento, donde el Espíritu Santo se mueve en poder, tú los miras convirtiéndose a Él y arrepintiéndose. ¿Por qué Dios no lo hace así todo el tiempo? No tendríamos la situación así en el mundo, si lo hubiera hecho; pero ha escogido no hacerlo así.
Cuando el mundo viene y dice que no cree en un Dios quien permitiría que pasaran todas esas cosas malas, ellos podrían tener un argumento porque Dios podría pararlo a cualquier punto que decidiera. Pero a la iglesia no le gusta esa solución. Su solución es que Dios no es responsable, porque Dios es básicamente incapaz. Estate seguro: Dios no es incapaz; Dios es soberano, y puede cambiar los efectos del mal en cualquier momento que quiera. El mundo seguramente, está más justificado que la iglesia, porque ellos por lo menos asumen que Dios tendría que ser realmente soberano si Él es Dios del todo. La iglesia a menudo quiere diluir su soberanía hasta el punto donde Dios es totalmente impotente, ¡un gigante incapacitado en el cielo!
La cuestión no se resuelve removiendo la soberanía de Dios; la cuestión se resuelve al entender porque Dios hace las cosas de la manera que las hace. Eso toma más estudio y más trabajo, y conocer quien es Dios, en orden a entender la solución real para los problemas del mundo.

El Pecado es Registrado Como una Deuda

Sabemos que todo pecado es registrado como una deuda. Cuando nosotros pecamos, obtenemos una deuda con la ley. La ley ha establecido sus normas de responsabilidad para que así, si tú pecas en contra de tu prójimo, le debas restitución. Por lo tanto, es registrado como una deuda. Este es el porqué Jesús les enseño a sus discípulos a orar, “y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores” (Mateo 6:12). La versión de Lucas en el evangelio dice, “Y perdónanos nuestros PECADOS, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben”. Dios registra el pecado en términos de deuda.
En la manera de pensar del hombre la deuda continúa por siempre y para siempre. Es siempre castigo eterno. Pero las leyes de Dios no son de esa manera. (Y el hombre tiene el descaro de decir que el Dios del Antiguo Testamento era sin amor y sin misericordia.) Nosotros somos como el hombre en Mateo 18, quien debía diez mil talentos, una enorme deuda que él no podría pagar. Así el hombre, su esposa, sus hijos, y todo lo que tenía fue vendido por el pago.
Mateo 18:23-25
23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. 24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. 25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.
Piensa acerca de esto. A Adán le fue dada una esposa, hijos, y dominio sobre toda la tierra. Esto representa, “todo lo que tenía”—toda la tierra. Cuando pecó, todo lo que tenía fue vendido al pecado, y el pecado sostuvo la deuda hasta que Cristo la pagó.
Pero porque Cristo pagó nuestra deuda, ahora nosotros llegamos a ser Sus siervos como justamente lo describe Pablo mismo en Romanos 1:1;
Romanos 1:1
1 Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios.

El Jubileo Termina Toda Deuda

¿Cuánto tiempo la deuda iba a durar para el hombre en la parábola de Mateo 18? Hay un año de Jubileo que limita toda responsabilidad por la deuda. Esto es la ley de Dios. Nosotros no tenemos la autoridad o la soberanía que pueda permitirnos vendernos nosotros mismos por una deuda tanto que el año del Jubileo no pueda librarnos. Nosotros no tenemos ese derecho; tampoco nunca hemos tenido ese derecho o autoridad porque no nos pertenecemos”. Tú no te perteneces a ti mismo. Tú tienes autoridad limitada sobre ti mismo, y cuando tú te casas, tú compartes con tu esposa una parte más de tu autoridad.
La Propiedad es por último de Dios. Dios es dueño; nosotros tenemos solo autoridad limitada. Cuando hablamos acerca de propiedad—tal como cuando decimos que somos dueños de una tierra, o dueños de nuestra casa—tenemos que reconocer que ante los ojos de Dios nosotros realmente no somos dueños de la propiedad. Dios es dueño de todo la tierra (Levítico 25:23). Nosotros tenemos una autoridad sobre ella que siempre es limitada por la soberanía de Dios y por Sus Leyes. Dios tiene leyes que limitan nuestra responsabilidad por la deuda. Cuando nosotros incurrimos en una deuda, hay un tiempo en el cual puede pagarse la deuda. Pero hay un año de Jubileo que limita la responsabilidad por toda deuda.
Esto es llevado a cabo por la soberanía de Dios. Esto es un confort para mí, el saber que cuando todo lo malo que está pasando en el mundo, toda esta deuda de pecado que ha sido incurrida por tanta gente, no hace diferencia si ellos deben un trillón de dólares, o seis dólares. El Jubileo puede con todo eso. No hay cantidad de deuda donde la ley del Jubileo no se aplique hacia nosotros a la larga. El Jubileo cancelará una deuda de seis dólares y una deuda de un trillón de dólares completamente igual con un trazo de la pluma. Esto es llamado la ley de Dios; y Su ley es muy misericordiosa.
Así sacamos la cuestión: ¿Pudiera Dios salvar cada hombre por el mismo método por el cual salvó a Pablo? ¿O fueron puestas las reglas de libre albedrío a un lado en el caso de Pablo? ¿Recibió Pablo tratamiento preferencial? Si Dios demostró su habilidad para convertir al principal de los pecadores y le causó que se arrepintiera, ¿por qué no lo hace más a menudo? Entonces, si Dios no ejercita Su soberanía y salva a cada uno ahora como le hizo con Pablo, ¿quién es responsable por las almas perdidas?


Capítulo 2 
Propiedad y Responsabilidad



El Creador Tiene Leyes De La Tierra

Quiero llevar todo este asunto de libre albedrío hacia lo que creo que es el asunto real. La cuestión de libre albedrío es un asunto de un lado. No es una cuestión de libre albedrío, es una cuestión de propiedad. Vamos a ir de nuevo a las Escrituras y la ley para mostrarle esto.
Génesis 1:1
1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Este es siempre un buen lugar para empezar—el principio. ¿Creemos, todos nosotros, que fue Dios el Creador? O, ¿alguna gente creerá que el diablo creó la tierra? Los antiguos griegos creían que el diablo era el responsable por la creación de la materia (cosas materiales) porque ellos creían que la materia era inherentemente mala. Ellos no podían ver que un dios bueno podría crear materia mala. Su premisa básica era incorrecta. La materia física fue creada y declarada “buena” en cada etapa de la creación (Génesis 1:10, 12, 18, 21, 25, 31).
Como cristianos, creemos que Dios es el Único quien crea. Es un Dios bueno, no un Dios malo, y que este Dios del Antiguo Testamento no es diferente del Dios del Nuevo Testamento. Hay algunos quienes clamaron ser cristianos de la primera iglesia, algunas sectas, quienes creían que el Dios del Antiguo Testamento era un vengativo y detestable Dios, pero que el Dios del Nuevo Testamento, Jesucristo, es un Dios de amor. Ellos creían que esos fueron dos diferentes dioses opuestos uno al otro.
Para mí, eso es blasfemia. Dios creo todas las cosas, incluyendo al hombre. En Génesis, capítulo dos, verso 7, leemos lo siguiente:
Génesis 2:7
7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
Nota aquí que el hombre fue formado del polvo de la tierra. Esta tierra, o este suelo del cual fue formado el hombre, era algo que Dios había creado en Génesis 1:1. Así, el diablo no creó; Dios creó la tierra y entonces formó y dio forma al hombre de este material que había creado. Ese es el porqué “del polvo al polvo, y de la ceniza a la ceniza”. Cuando morimos nuestros cuerpos regresan al polvo. Ellos regresan a los elementos de la tierra de la cual fueron originalmente creados. Cambia a Levítico 25
Levítico 25:23-24
23 La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es; pues vosotros forasteros y extranjeros sois para conmigo. 24 Por tanto, en toda la tierra de vuestra posesión otorgaréis rescate a la tierra.
Estas son las Leyes de la tierra de Dios. La tierra siempre tendrá que ser redimida. Esta es la ley de Dios. ¿En base a qué tiene Dios leyes de la tierra? Recuerda cuando Israel entró a la tierra de Canaán, Josué dividió toda la tierra de Canaán entre los ciudadanos de Israel--primero entre las tribus y después a cada familia. Todos ellos tenían una tierra en herencia. Pero aunque ellos heredaban la tierra, no se les dio absoluta soberanía sobre sus tierras. Ellos eran inquilinos en la tierra de Dios. Había condiciones a las cuales ellos estaban sujetos. El hombre tenía autoridad sobre la tierra, pero Dios retenía la soberanía.
Hoy día, nosotros le llamamos “dominio eminente”. El gobierno clama dominio eminente sobre tu tierra, para que si ellos quieran construir una autopista, vienen y expropian tu tierra. Básicamente, ellos vienen y la compran. Tú estás sujeto a ellos, y no tienes mucha decisión en el asunto. Ultimadamente el gobierno clama dominio eminente sobre tu tierra.
En la misma manera, Dios clama dominio eminente sobre tu tierra también. Esto es, basado sobre el hecho de que El creó todas las cosas. Nosotros somos dueños de lo que creamos, y la labor que hacemos en de cualquier proyecto es la base de nuestra propiedad. Aun así, a Dios le pertenece todo lo de la tierra porque El creó todo lo de la tierra. Esto es muy simple. Su propiedad está basada sobre el hecho que Dios puso Su Labor al crear todas las cosas. Soberanía está basada sobre propiedad. Autoridad es una menor forma de soberanía que está limitada por el poder que está encima de dicha autoridad.
Así que, cuando a Israel le fue dada la tierra como su herencia, se les dio solo autoridad limitada. No se les dio soberanía. Dios retuvo soberanía; se le dio al hombre autoridad limitada. Todos necesitamos saber esa distinción. La Autoridad está siempre limitada por la voluntad del quien es soberano.

Es No es una Cuestión de Libre de Albedrío: Esto es una Cuestión de Propiedad

Dios creó al hombre del polvo de la tierra. Si, Dios es dueño de toda la tierra por el derecho de creación, y nosotros estamos hechos del polvo de la tierra, Dios es mi dueño, y Dios es tu dueño. Esto no es una cuestión de si tenemos o no un libre albedrío; esta es una cuestión de quien es nuestro dueño. Por el derecho de creación, ¿podrá alguien negar que Dios sea dueño del polvo de la tierra? ¿Formó Dios al hombre de este mismo polvo? ¿Negará alguien que Dios creara todas las cosas? Si Dios creó todas las cosas, entonces, Él es dueño de todas las cosas; y ahí es donde encontramos el punto crítico de todo el asunto.
Nosotros podremos alegar todo el día, para atrás y para adelante, acerca de si el hombre tiene o no libre albedrío. Ese debate hace bien para una gimnasia mental; pero todo el asunto realmente no viene al punto. El punto es, ¿quién es el dueño de todas las cosas?
¿Y por qué decimos esto?
Vayamos a Éxodo 21.
Cuando tu empiezas a mirar a las leyes de responsabilidad, entonces la propiedad llega a ser muy, muy importante. Recuerda, nos estamos preguntando nosotros mismos esta cuestión básica: ¿Quién es responsable por el mal que es hecho en la tierra? La iglesia ha desarrollado la idea del libre albedrío para explicar el mal y remover la responsabilidad de Dios hacia los hombres. No quieren que Dios sea el responsable por alguna cosa mala de lo que está pasando, y para hacer esto, ponen la responsabilidad sobre el hombre y el diablo. ¿No es ese el motivo básico? Si ese es el motivo básico, entonces la enseñanza del libre albedrío no solventa el problema que se intentaba resolver.
¿Quién creó al diablo? ¿Quién creó al hombre? Dios no tenía que crear al diablo, tampoco estaba obligado por una fuerza externa o coacción a crear al hombre. Pero por causa de que lo hizo así, Él es el dueño y es responsable por lo que ha creado. Si cualquiera de ellos, el hombre o los diablos, han hecho mal, el dueño es legalmente responsable a pesar de todo su “libre albedrío”.

Leyes de Responsabilidad de Dios Basadas Sobre Propiedad

Para probar esta responsabilidad, vamos a ver algunas leyes de propiedad:
Éxodo 21:33-34
33 Y si alguno abriere un pozo, o cavare cisterna, y no la cubriere, y cayere allí buey o asno, 34 el dueño de la cisterna pagará el daño, resarciendo a su dueño, y lo que fue muerto será suyo.
La responsabilidad aquí está basada sobre propiedad. Si un hombre cava un pozo y no toma los pasos necesarios para cubrirlo, y un buey viene y cae dentro por su propio “libre albedrío”, o por su propia estupidez, imagínate, ¿quién es responsable de acuerdo a la ley de Dios? Esta es la ley que establece la regla de responsabilidad. Es el dueño del pozo quien es responsable, y él mismo deberá comprar el buey muerto para sí mismo. El dueño tendrá que pagar por él como si aun fuera un buey vivo, y el buey muerto pasa a ser de él.
Yendo hacia atrás figurativamente, en el Jardín del Edén Dios cavó un “pozo”. No lo cubrió, y el hombre cayó. ¿Por qué cayó el hombre? ¿Por qué murió? El murió porque Dios plantó un par de “árboles” en este jardín, y Dios le dio al hombre la “voluntad libre” de hacer una decisión, completamente consciente de la decisión que Adán iba a hacer. Aún el mismo Dios no cubrió el pozo para evitar la caída de Adán. Él no tomó la precaución en este caso. No construyó un barandal de diez pies de alto alrededor de ese árbol del conocimiento del bien y mal. El hombre cayó porque Dios no tomó la propia precaución que hubiera sido necesaria para prevenir al hombre de pecar.
¿Pudo Dios haber prevenido al hombre de pecar? Por supuesto. El pudo haberlo hecho. El no tenía por qué plantar el árbol en primer lugar; o si lo hizo, no tenía por qué omitir edificar un barandal, una cerca. Más aun, no tenía que crear un tentador dentro o que entró sin el conocimiento de Dios, o permitirle la entrada. ¿Entró el tentador sin el conocimiento de Dios? ¿Apagó Dios las alarmas de seguridad, y de alguna manera el diablo entró al jardín sin el conocimiento de Dios? ¿Dijo Dios híjole!? ¿Será Dios realmente así de ignorante?
El hecho es que Dios sabía el fin desde el principio, no fue tomado por sorpresa. El cavó ese pozo y lo dejo descubierto porque tenía un plan; y el plan era hacer al hombre caer. Y así lo hizo. Por las propias leyes de responsabilidad de Dios, entonces, Él es el responsable. ¿Entonces que hizo Dios acera de esto? El mandó a su Hijo Unigénito, quien fue levantado en la cruz para atraer todo hombre a Él mismo. El pagó por el pecado de todo el mundo, porque todo lo de la creación llega a estar sujeto a la muerte a través de la caída de Adán. El compró el buey muerto. El buey ahora es suyo.
¿Te das cuenta de lo que esto quiere decir? El compró a todo quien cayó, y ellos son ahora Suyos. ¿Ha escapado alguno de caer? A este tiempo presente pareciera a lo mejor que no toda la humanidad es Suya, pero el hecho es que Dios los creó, y por lo tanto, por sus propias leyes de responsabilidad, El compró el mundo. En hacer esto, El cumplió la ley perfectamente. Estas son las Buenas Nuevas del Nuevo Testamento. Su sangre fue suficiente, y la suficiente valiosa para pagar por el pecado de todo el mundo.
1 Juan 2:2
2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
Vamos a observar de cerca a la ley con respecto al buey en el pozo. Es obvio que bajo circunstancias normales, el buey simplemente no vio el pozo o fue muy cerca de él. De cualquier manera, el buey cayó dentro del pozo por su propia voluntad, o por su propia ceguera o estupidez. En tales casos, la ley claramente dice, el quien haya cavado el pozo (su “dueño”) sería responsable para pagar por el buey.
Pero supongamos que yo haya empujado el buey del vecino dentro de ese pozo. ¿Esto haría alguna diferencia legal? Bueno, no dice nada acerca de eso, porque ese punto es legalmente irrelevante. Si él empuja el buey dentro del pozo, quizá le deba al dueño cinco bueyes (Éxodo 22:1). Pero aunque esto fuera totalmente accidental, el dueño del pozo es responsable porque él es dueño del pozo. De cualquier manera el dueño del pozo es responsable. El asunto no es si el buey cayó por su propia voluntad o si alguien (como el diablo) lo codeó hacia adentro. La cuestión permanece siendo la misma: ¿Quién es dueño del pozo? Esto no es una cuestión de la voluntad libre del buey; esto es una cuestión de quien es la propiedad del pozo.
Veamos en otra ley de responsabilidad que viene de la mente de Dios:
Deuteronomio 22:8
8 Cuando edifiques casa nueva, harás pretil a tu terrado, para que no eches culpa de sangre sobre tu casa, si de él cayere alguno.
De acuerdo a esta ley, todo lo que tienes que hacer para ser responsable es fracasar en construir un barandal en el techo de la casa. En esos días la gente construía casas con techos planos, porque a ellos les gustaba congregarse en lo fresco de las tardes en el techo de la casa. A causa de esto, Dios les requirió poner un barandal [pretil] alrededor del techo para que así la gente no se cayera accidentalmente. Si no hubiera baranda y si alguien se cayera del techo, ¿quién sería responsable?
Si un hombre empujara a su vecino del techo, por supuesto, él sería detenido responsable por homicidio. Pero nuestro asunto no es si él cayó por accidente, o si alguien lo empujó deliberadamente. Hay responsabilidad de cualquier manera, y la única diferencia sería el grado de responsabilidad. Nuestro asunto es si el hombre pudo haber prevenido o no la muerte de su vecino por construir un barandal alrededor del techo de la casa. El hecho es que si tú eres el dueño de la casa, tú eres responsable en poner esas precauciones de seguridad en su lugar. Si no lo haces así, el “fue un accidente” no remueve toda la responsabilidad de tu puerta.
La casa de Dios es toda la tierra y el cielo. Su morada es en los cielos ahora, pero El está haciendo Su casa en la tierra, y eso es el porqué de Su venida—para hacer su casa aquí. El problema es que, cuando El construyó esta casa, el hombre cayó del “techo”. ¿Quién es responsable? Nosotros estamos de acuerdo de que Dios no empujó a Adán del “techo”. Uno no puede culpar a Dios de asesinato. Aun todavía no podemos simplemente culpar al diablo para remover toda responsabilidad de Dios. No podemos meramente afirmar de que el hombre no tuvo cuidado y cayó por su propio libre albedrío. A decir que fue totalmente culpa del hombre no es una respuesta legal. Propiedad de la casa hace a Dios responsable por sus propias leyes de responsabilidad.
Hay otra ley de responsabilidad que nos ayudaría a entender este asunto.
Éxodo 22:5
5 Si alguno hiciere pastar en campo o viña, y metiere su bestia en campo de otro, de lo mejor de su campo y de lo mejor de su viña pagará.
¿Qué pasa si un buey derrumba una cerca por su propia voluntad, y camina dentro de otro campo, y come la pastura de su vecino? ¿Quién es el responsable por pagar por la pastura? El dueño del buey, por supuesto. La ley es clara.
Supongamos que el dueño del buey abre la cerca, y mete al buey dentro del campo de su vecino; y mete la nariz del buey al campo, diciéndole: “Ahora te comes esta pastura, o te voy a golpear hasta matarte”. El buey es forzado a comer la pastura, y no tiene voluntad libre en el asunto. ¿Quién es responsable? El dueño del buey. La única diferencia en castigo es que si la ofensa es deliberada, él tendría que pagar por lo menos doble restitución. Si el buey cometiera la ofensa por su propio “libre albedrío”, el dueño tiene una responsabilidad reducida. Pero de todas maneras el sigue siendo el responsable. Insistir en sobreponer la culpa entera sobre el buey, no resuelve el problema de propiedad. Sea que el buey haya entrado ahí por su propio libre albedrío, o si el buey fue metido en contra de su libre albedrío, esto no libra al dueño de responsabilidad en sí. La propiedad en sí, trae responsabilidad.
La insistencia teológica sobre del hombre que tiene un libre albedrío, puede reducir el problema de la responsabilidad de Dios, pero nunca la puede eliminar completamente. Esto nos recuerda la teoría de evolución. Los evolucionistas insisten que la vida vino a existencia por partículas que vinieron juntas al azar en el océano al mismo tiempo. Aunque ellos nunca pueden contestar la cuestión de cómo la materia vino a existir en primer lugar.
De la misma manera, los antiguos griegos intentaban reducir la responsabilidad de Dios por crear cosas físicas “malas” por postular un dios malo menor quien creaba materia mala. Ellos le llamaban el “Demiurgo” (algo como la figura del diablo). ¡Pero esto no resolvía su problema tampoco, porque ellos nunca pudieron figurar como un buen Dios podría crear el malvado Demiurgo! Por hacer al Demiurgo ser el creador de la materia mala, ellos lograban reducir la responsabilidad de Dios, y esperar que nadie notase que aun estaba ahí.
Propiedad es el único asunto relevante y legal. ¿Puedes ver eso? Esto es porque la cuestión del libre albedrío realmente no entra dentro del problema porque poner libre albedrío sobre el hombre o sobre el diablo, no absuelve a Dios de responsabilidad de acuerdo a Sus propias leyes . Esto no hace ninguna diferencia desde un punto de vista a la responsabilidad. Mira en Éxodo 22:6:
Éxodo 22:6
6 Cuando se prendiere fuego, y al quemar espinos quemare mieses amontonadas o en pie, o campo, el que encendió el fuego pagará lo quemado.
¿Qué?, y si prendo un fuego y deliberadamente lo hago en orden para quemar otro campo de mieses del vecino, ¿cuál es la pena? Obviamente, yo tendría que pagar doble restitución por el campo, porque robé sus mieses y las quemé. ¿Pero qué, si accidentalmente quemo la cosecha del vecino? ¿Esto me absuelve de responsabilidad? Absolutamente no. Si yo prendí el fuego, yo soy dueño del fuego. Todo se reduce, una vez más, a una cuestión de propiedad. Las leyes de responsabilidad muestran que libre albedrío ni siquiera entra al cuadro de la Corte de la Ley de Dios.
Es por esto, que digo que libre albedrío es un asunto lateral para que debatan los filósofos. Desde un punto de vista legal, tratando con la responsabilidad, declarar el “libre albedrío” del hombre no hace lo que supuestamente ellos dicen que hace. La idea del libre albedrío fue desarrollada primeramente para absolver a Dios de responsabilidad por el hombre y sus acciones. Esto es inadecuado para el asunto. Esto no hace lo que está intentado a hacer. El único asunto real es este: ¿Creó Dios al hombre, y Él podría haberlo creado en tal manera que lo prevendría de caer en pecado? La respuesta es “si” a las dos preguntas. Esto hace a Dios responsable según sus propios conceptos de responsabilidad, como están en las leyes divinas.
Así, libre albedrío no es el asunto central, la propiedad lo es. Todo es a través de la ley, y en el Nuevo Testamento también, Dios reclama propiedad de todo lo que El ha creado. En esa base Dios toma responsabilidad por todo lo que a Él le pertenece. El escribió las leyes de responsabilidad, para que pudiéramos tener la revelación de entender que El legalmente se obligó a sí mismo a comprar el mundo entero. Esta es la razón de que El pagó por los pecados de todo el mundo, y no solo por el 2% de los pecados de la humanidad. La Biblia nunca, nunca dice que Él solo pagó por los pecados de unos cuantos. El pagó por los pecados de todo el mundo, y cuando lo hizo así, El se absolvió y justificó a Sí mismo como Creador y Dueño del Universo.

Conclusión

Dios ha creado toda esta situación, y por cualquier razón fue Su voluntad crear vasijas de honra y vasijas de deshonra. Nosotros a lo mejor no podemos entender esto, y si no lo entendemos, entonces, como Pablo dice en Romanos 9:20, no estamos para cuestionar a Dios. Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? Esta es una explicación suficiente para esos quienes no puedan entender estas cosas profundas. Pero, al fin cuando nosotros empecemos a conocer la mente de Dios, debemos empezar a entender porque  creó al hombre de esa manera como lo hizo—y porque fue permitido a lo malo invadir la tierra.
Nosotros sabemos que todas las cosas van a ayudar a bien—y que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la Gloria venidera (Romanos 8:18). Eso sabemos. Yo no tengo una explicación para cada pieza de maldad en la tierra. Yo no lo entiendo todo, pero sé una cosa. Mi fe está en Dios. Yo sé que Él creó. Yo sé que Él es soberano. Y yo sé que Él va a trabajar para bien. Pueda ser que no haya mucha solución para la gente que está atravesando por problemas y que pasa por cosas horrendas en sus vidas. Pero yo sé que en el último día vamos a mirar para atrás en todo lo que ha pasado, y vamos todos a ser capaces de decir que Dios es justificado en todo lo que Él ha hecho. Todo eso es lo que yo sé, y esto es un asunto de fe.
Yo tengo fe en que Dios sabe lo que está haciendo, y yo tengo fe de que Dios es un Dios bueno. Cada injusticia que está en el mundo, la va a rectificar, la va a hacer buena, la va a convertir en una buena cosa. Cómo va a llevar a cabo esto no lo sé, pero aquí es donde mi fe descansa. Yo creo en un Dios soberano quien sabe lo que está haciendo. El no ha compartido ningún control sobre la creación, aun cuando le ha dado verdaderamente autoridad al hombre. Nosotros tenemos autoridad sobre nuestra tierra, pero no tenemos soberanía. Nuestra autoridad es limitada. Como lo hemos mostrado antes en las leyes de la tierra, siempre hay ahí una redención permitida para la tierra. Pero aun si la redención no toma lugar en el tiempo de la redención, todo va a ser dado por libre en el año del Jubileo (Levítico 25:54). Esa es la Ley que Dios ha establecido, y ningún hombre puede frustrar eso con el tiempo.
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