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LA FORMA DE VIVIR Por Wayne Jacobsen


Traducción: Claudia Juárez.
Leí esto el día de ayer en la versión de la Biblia “EL MENSAJE” (“THE MESSAGE”) y fue un maravilloso recordatorio de en qué consiste la vida realmente:
Escucha con atención lo que estoy diciendo, y desconfía de los consejos astutos que te dicen cómo tener éxito en este mundo centrado en ti mismo.
La forma de vivir es dando, no recibiendo.
La generosidad engendra generosidad. La tacañería empobrece. (Marcos 4:24-25)
Reina Valera 1960:
Marcos 4:24 Les dijo también: Mirad lo que oís; porque con la medida con que medís, os será medido, y aun se os añadirá a vosotros los que oís.
4:25 Porque al que tiene, se le dará; y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.
Versión Latinoamericana:
Marcos 4:24 Les dijo también: Presten atención a lo que escuchan. La medida con que ustedes midan, se usará para medir lo que reciban, y se les dará mucho más todavía. 25 Sépanlo bien: al que produce se le dará más, y al que no produce se le quitará incluso lo que tiene.

Simplemente amo la forma en que piensa Jesús. Es el polo opuesto a la forma en que todos estamos entrenados para hacer las cosas. Pensamos que la generosidad sólo puede ocurrir después de que tenemos lo suficiente para nosotros mismos primero. Pero Jesús dijo que vivir con generosidad es la forma de vivir en el mundo, porque eso inspirará a otros a hacer lo mismo, y así, el mundo a nuestro alrededor llega a ser un lugar mejor.
Por el contrario, mientras más nos aferramos a lo que pensamos que nos merecemos, o mientras más ignoramos y menospreciamos a los que nos rodean, y mientras más buscamos y deseamos todo para nosotros mismos, más pobres llegamos a ser. Todos los conflictos, las expectativas frustradas y las desilusiones, vienen de aferrarnos a lo que Dios no nos ha dado.
Y la forma en que Jesucristo nos invita a dar va mucho más allá del dinero. Se trata de dar de nuestro tiempo, talentos y nuestra atención también. Cuanto nos enfocamos en nosotros mismos y nuestras necesidades, tanto somos tragados por nuestras propias ambiciones; e incluso si tenemos éxito en términos externos, nos encontramos en un lugar muy oscuro y solitario.
Por supuesto, no hay forma humana de vivir generosamente a menos que primero estemos seguros en la realidad de que Dios está cuidando de nosotros. Cuando sabes que Él es tu Padre de amor que provee todo lo que necesitas, entonces ya no tienes que luchar por lo que no te ha dado. Entonces podemos dejar que Jesús nos muestre cómo vivir con el corazón abierto y las manos extendidas a la gente a nuestro alrededor, buscando su bendición y su alegría, incluso por encima de la nuestra. Eso nos enriquece y nos hace enriquecer al mundo.
La vida no se trata de nuestra propia comodidad o alegría, sino de dar regalos a los demás: nuestra ayuda, amistad, apoyo, tiempo y talentos. Todas las cosas buenas de la vida fluyen de esta simple realidad. De acuerdo con Jesús, esta es realmente la forma de vivir. La búsqueda de nuestro propio interés (el egoísmo) traga el mundo en nosotros y destruye lo que somos. La generosidad es bendecir a los demás y este río fluyendo, es llenado con una vida, gracia y alegría que no conoce límites.
A los 57 años de edad, ¡estoy más inclinado a estar de acuerdo con él que nunca!

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