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EL PODER DE VIVIR EN EL AMOR, Por Wayne Jacobsen - La vida del Cuerpo • Junio de 2008



Traducción por Juan Luis Molina y Claudia Juárez.

La vida ha dado algunos giros locos para mí desde la última vez que escribí en septiembre. Seguiré escribiendo de tiempo en tiempo, pero no será regularmente. Este artículo es un poco diferente. A continuación hay tres relatos relacionados con lo que significa vivir en el amor de Dios.

Viviendo donde el amor te guía

No estoy seguro de cómo sucedió, pero terminé siendo parte de una casa editorial. Estaba ayudando a un amigo con un libro que había escrito. Le ayudé a reescribir algo en él con otro amigo, después, me encontré como representante del libro en una casa editorial. Yo no era un agente muy bueno y no pude encontrar a nadie en la industria que pensara que valía la pena la publicación. Así que el autor, otro amigo, y yo decidimos publicarlo por nuestra cuenta.
Y lo hicimos. Entonces el libro “La Cabaña” comenzó a subir las listas de los libros más vendidos y otras compañías querían comprarnos el libro. Para nuestra sorpresa una de las editoriales más grandes del mundo se acercó a nosotros para que entráramos en una alianza con ellos, no sólo para ayudarnos a hacer disponible el libro a un público más amplio, sino también para ayudarnos con mis libros y otros que pensamos que eran dignos de publicar en los próximos años. A ellos les agradó la visión de lo que estábamos haciendo y pensaron que era un área importante el público lector de esta visión.
Así que formamos una asociación con el Grupo Editorial Hachette, donde mantenemos nuestra identidad única como Windblown Media. Podemos realizar tantas publicaciones con ellos como queramos y además, no estamos obligados a exponer todo lo que hagamos en las impresoras de Hachette. Desde el primer momento se hizo claro que lo que querían era ayudarnos, no entorpecernos. Y mientras estábamos ultimando los detalles con ellos, “La Cabaña” alcanzó los primeros lugares en la lista de los libros más vendidos del New York Times.
¿Cómo sucedió todo esto? Créeme, nos hemos pasado buenos momentos riéndonos mucho con todo lo que pasó. Nadie previó lo que sucedería, y sin embargo respondiéndole a Él cada día, nos ha traído a un lugar que nosotros no hubiéramos podido concebir o conspirar para alcanzarlo.
Pero esta es la realidad acerca de todo en lo que estoy envuelto en este momento. Hoy no estoy haciendo nada que yo me hubiera propuesto realizar. Los planes para mi vida eran muy distintos de cómo se han tornado las cosas. ¡Me divierte ver cómo es todo esto! 
Cuando tenía veintidós años estaba recién graduado de la universidad y recién casado, yo tenía muchos sueños y visiones de las cosas que pensaba que Dios quería que realizara. Tenía mi ego confundido con Su llamamiento, mis sueños en vez de los Suyos y había asumido que sabía los propósitos que Dios tenía en mente. Mis primeros veinte años en esa condición fueron horriblemente frustrantes porque no pude convencer a Dios de que honrara los planes que yo había proyectado. Los últimos 14 años han sido plenamente llenos con un creciente gozo y gratitud debido a que los propósitos de Dios se han adueñado de mí. Y en todas las cosas, en cada asunto, Él hace algo inmensamente más allá de lo que podría pedir o imaginar.
El programa Bridge Builders -“Constructores de puentes”, comenzó debido a que Dios nos pidió ir y amar a las personas del colegio público de mis hijos. Esta decisión ha desencadenado una serie de hechos que me han permitido sentarme en salas con reuniones de personas profundamente conflictivas y contribuir a la paz. El programa Lifestream -“Corriente de vida” se inició como un camino para incentivar a la gente a experimentar un andar próximo con Jesús y un compromiso de relacionarse mejor con los demás. Eso nos guió a los libros, viajes y al sitio en la web. Nuestra sociedad Windblown Media resultó simplemente de ayudar a un amigo para contar una historia que Dios le había puesto en su corazón.
Tal vez llevar fruto no sea una cuestión de comenzar alguna cosa siguiendo un plan por cinco años, y lograrlo. Tal vez sea una cuestión de sencillamente estar disponible para responder a las personas y a las circunstancias a nuestro alrededor con Su amor en nuestros corazones y escuchando Su voz. Durante la mayor parte de mi vida me he sometido a trazar un plan entre lo que yo pienso que Dios quiere y como debo de llevarlo a cabo. Parece que Jesús nos advirtió acerca de esto: Si tratas de salvar tu vida la perderás. Si tratas de perderla la salvarás.
Él sólo nos pide que amemos, un día a la vez, a quien sea que tengamos frente a nosotros, en las circunstancias que sean que los encontremos. Todo lo demás que Él quiera hacer que fluya, será consecuencia de esta simple realidad.
Tenemos el mundo lleno de personas con ministerios que han comenzado algo grande para Dios. Muchos de ellos nunca llegan a ninguna parte. Hay un montón de gente que llega a Hollywood para ser capellán de las estrellas. Levantan un ministerio, incesantemente procuran dinero para su fundación y después intentan encontrar una vía que los conecte con esa gente. Nosotros hacemos lo mismo con misiones y ministerios jóvenes. Se comienza un programa, se cimienta y después, se intenta incesantemente encontrar personas que tomen partido de él.
Y qué tal si tan sólo comenzamos por amar a las personas que Dios nos pone en frente cada día, ¿puedes imaginar lo que de ahí resultaría, lo que se derramaría en términos de oportunidades, ministerios y hasta el mismo crecimiento de las reuniones?
Yo creo que tenemos todo al revés. Jesús no nos pidió ministrar estrellas. No nos pidió que realizáramos cosas muy grandes. Él sencillamente nos pidió que amáramos a los demás como fuimos amados por Él y esto será suficiente para que el mundo entero conozca que le pertenecemos a Él y que ellos pueden amar así también.
Las personas me preguntan todo el tiempo como pueden comenzar a tener una iglesia en casa o cómo pueden conectarse con otros hermanos y hermanas que comparten un viaje similar en sus regiones donde viven. Muchas de ellas se sienten frustradas por planes pasados que no han funcionado. Mientras que pienso que podemos sacar partido de los foros de internet, listas de correo electrónico y directorios para ver si podemos encontrar gente en nuestras áreas que estén creciendo en las mismas realidades, quizá esa no sea la mejor manera. Yo ahora incentivo a las personas a que escuchen al Padre todos los días y que vivan en amor hacia las personas que tienen justo delante. Esto es lo que ha funcionado para Sara y para mí en nuestros dos recientes movimientos que han traído consigo una gran cantidad de relaciones a nivel local que han crecido del interés en la gente que nos rodea, y hemos ido descubriendo a otros que también están apasionados por el mismo Dios que nosotros amamos.
Estoy más convencido que nunca de que todo lo que Dios quiere hacer en el mundo, fluirá de nosotros aprendiendo a vivir en Su amor y escuchándole mientras andamos en la vida. Esto nos permitirá las oportunidades en nuestra vida para crecer orgánicamente, en vez de que sea a través de los medios artificiales de organizar, promover y manipular a otros. Esto puede ser el porqué él nos dijo que su nuevo mandamiento seria simplemente amar como hemos sido amados.

No Puedo Dejar Que Pases Por Esto Tú Solo Adaptado del Blog “Lifestream”

Esta podría ser la esencia de la comunidad: “No puedo dejar que pases por esto tú solo.” La primera vez que escuché estas palabras fue de un buen amigo que caminó junto a mí a través de la más dolorosa experiencia de mi vida. Ya habíamos compartido muy buenos momentos juntos, pero después se apartó durante un tiempo de nuestra relación. Estaba muy bendecido cuando recomenzamos nuestra amistad en medio de mi tribulación. Un día le pregunté porque se había ausentado durante tan largo periodo de tiempo. ¿Su respuesta? “Me di cuenta de que quedarías muy lastimado y simplemente no resistí verlo.” Entendí su comentario. Él había pasado por una situación semejante y sabía lo doloroso que sería para él andar conmigo a través de mi situación. Repliqué, “Pero tú estás aquí ahora en medio de lo peor de mi tribulación.”
“Lo sé,” asintió con un gesto. “No puedo dejar que pases por esto tú solo.”
No conozco otra mejor definición para comunidad. No siempre consiste en diversiones y juegos. El amor tampoco permitirá que las personas pasen por los días más oscuros y difíciles de sus vidas solas. Por muy doloroso que pueda ser ver sufrir a las personas que nos importan, el amor no nos permite estar en ningún otro lugar.
Me estoy acordando de lo que leí recientemente en “Jueves Con Morrie” de Mitch Albom. Es un viejo libro que desee leer durante mucho tiempo. Se trata de un profesor que sufre de una enfermedad mortal y de un antiguo alumno que aparece en el último capítulo de su vida. El profesor le ofrece lecciones al borde de la muerte y muchas de ellas son inspiradoras. Aunque este hombre no fuera un creyente apasionado, él llegó a creer algunas cosas que tienen mucha consistencia con la vida de Jesús:
“Así que hay muchas personas que andan alrededor con una vida sin sentido, parecen estar adormecidos, aun cuando están ocupados haciendo cosas que piensan que son importantes, esto se debe a que están persiguiendo las cosas erradas, el camino por el cual le das sentido a tu vida es dedicarte a amar a otros, dedicarte a tu comunidad que te rodea y a dedicarte a algo que le dé un propósito y un sentido, un significado a tu vida.”
Y añade: “El amor vence. El amor siempre vence.”
Me gustó mucho este libro, disfruté las lecciones, pero me llamó más la atención por este antiguo alumno que venía y pasaba todos los jueves con su viejo profesor en el último peldaño de su enfermedad. Aprendió mucho, pero también dio mucho: le brindó amistad a su profesor al borde de la muerte.
En el funeral de mi hermano, algunos años atrás, uno de sus mejores amigos se puso en pie y dijo que no había podido venir a visitar a mi hermano mientras estaba sufriendo el último episodio de esclerosis múltiple que sufría. Deseaba quedarse con el recuerdo de lo que fue, no con el de su débil condición. Cuando a él más se le necesitaba es cuando no pudo venir. ! Qué tristeza!
El significado de compasión se encuentra en la palabra misma: “llegar a tener pasión”. Pasión en el idioma antiguo significa “padecer”. Así que compasión significa “apresurarse a soportar, sostener, sobrellevar o tolerar a quien sufre”, es permanecer allí en el peor momento porque alguien que amamos necesita de nosotros. Me gusta eso. Una buena ilustración de esto, son los trabajadores de rescate que el 11 de septiembre entraron apresuradamente a Las Torres Gemelas en el World Trade Center cuando todo el mundo estaba intentando salir de allí corriendo. Compasión significa estar en el sitio cierto cuando las dificultades son increíbles, no porque disfrutemos las circunstancias, sino porque amamos a las personas que se encuentran envueltas en ellas.
A nadie le gusta estar con personas que atraviesan por valles de muerte o situaciones dolorosas, pero el amor dice: Estaré allí para ti, puede que no sepa que hacer o qué decir. ¡Pero simplemente no puedo dejar que pases por esto tú solo!

Llamado al Amor Desde SudánPor Michele Perry

Michele Perry nació en Florida con solamente una pierna. Después de haber estado envuelta en las iglesias en casa por algunos años, sintió que Dios la llamaba a ir por dos años a Sudán para hacerse cargo de niños huérfanos por violencia. Alquiló una casa y empezó a tomar cuidado de ellos. Ahora tiene a su cargo 80 infantes a tiempo entero y otros 150 que vienen a su escuela todos los días. Además también posee una pasión contagiosa por todo lo que tiene que ver con Jesús. Puedes saber más al respecto en el sitio web: ChangeTheWayYou See.org. Ella, después de leer una copia de Así Que Ya No Quieres Ir A La Iglesia, me escribió el siguiente mail. Por favor escucha sus palabras. Son tan directas del corazón nuestro Padre como cualquier otra cosa Suya que leas:
¡Mi diario vivir se interrumpió con tu libro! Un viejo amigo me había dicho que lo bajara de tu sitio web y fue lo que hice en el aeropuerto de Londres de camino a mi casa en los bosques del sur de Sudán.
Yo estaba realmente aliviada cuando Jesús me llamó para mudarme al oeste de Sudán. Cuando llegué aquí, me di cuenta de que había diez veces más religión de lo que alguna vez había visto. Líderes que actualmente conocen a Jesús estiman que es solamente el tres por ciento de la gente que habita aquí que conocen a Jesús, ¡de verdad! El espíritu de religión que hay aquí es tan fuerte que a veces parece que asfixia: están completamente dominados por un espíritu de temor. Es solamente Jesús, como él es de verdad y su vida que expulsará estos espíritus. Él es el único que puede arreglar este desorden. Cuando me encontraba en el simple movimiento de la iglesia, me di cuenta de que estaba entrenando a la gente para que supieran cómo organizar una iglesia y hacerlo tan bien como pudieran sin Dios. Estábamos produciendo otra caja en la que pudiéramos contener a Dios y diciéndole a todo el mundo que nuestra caja era mejor que las demás cajas. Ahora, después de cerca de dos años en medio de una guerra devastadora en África central, realmente me tiene sin cuidado si una iglesia está organizada en una casa, como si es una iglesia establecida o una iglesia cerrada o abierta, en una sala de estar o un estadio: lo que importa es que la gente esté creciendo en Jesús, andando en amor los unos con los otros y siendo el reflejo de Su amor para el mundo que los rodea.
Yo no me quiero ver envuelta en sí debería aceptar, conformarme, reformar o desalojar el sistema. No tengo tiempo para eso. Hay otras cosas más preciosas. Yo sólo quiero hacer lo que Él está haciendo y amar a las personas. No quiero discutir sobre cuál es la mejor manera de tener una iglesia, porque llega a ser una caja y una prisión si no está empapada con Su vida. ¿Por qué no podemos centramos sólo en Él y rendirnos enamorados de Él y amar a las personas que nos rodean?
Yo no quiero resolver nada de eso, no puedo. Me encontraba sujetando a una mujer que se estaba muriendo en mis brazos en el hospital aquí cuya familia no la alimentó, ni ayudo porque el hedor que emanaba de ella a carne podrida era muy fuerte, ¡y las personas están discutiendo si deberían reunirse en casas o edificios! La semana pasada una mujer que era ciega recibió la vista, esta semana una mujer murió en mis brazos. No puedo resolverlo. Ni tan siquiera deseo intentarlo nunca más. Si no puedo abrazar Su misterio y amarlo a Él por encima de mi pobre entendimiento, limitaré el lugar que le doy a Su majestad para que se revele en y a través de mi vida.
Reúnete debajo de un árbol, alquila una catedral, vete de paseo con tu familia, pero ama a las personas: aprende acerca del amor.
Aprende de Él.
Vive en Él.
Ten un encuentro con Él.
Vive encontrándote con Él.
Se Su encuentro para aquellos que te rodean.
Eso fue lo que Él me dijo anoche. ¿No podemos hacer solo esto? Yo no tengo ningunas respuestas ni nada, excepto un corazón clamando para amar a cada persona que él me ponga delante y permanecer en Su Presencia porque lo amo a Él más de lo que amo a cualquier otra cosa. Él es mi vida.
Muchas gracias por describir al Que yo amo más que a la vida, tan bellísima y exactamente. Significa mucho para mí. Me encontré con Él cara a cara cuando tenía siete años y se adentró en mi habitación. He leído o escuchado muy pocas cosas que describan a Aquel que capturó mi corazón como el de una niña pequeña.
¡Tú lo has descrito!
(Enlace para del libro "Así que ya no quieres ir a la Iglesia":
http://txemarmesto.blogspot.com.es/2011/07/asi-que-ya-no-quieres-ir-la-iglesia-por.html)
* * * * * *
Jesús no pudo decirlo con una sencillez y claridad más grande: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. (Juan 13:34-35).
¿Nos atrevemos a creer que realmente sus instrucciones son todo lo que necesitamos para llevar a cabo su propósito en la tierra, influenciar la cultura de la manera que El desea, encontrar la libertad de nuestros propios fracasos y ataduras, y encontrar la reunión que más le glorificará en la tierra? Yo lo creo.
La razón por la que no experimentamos esta plenitud en nuestras vidas es porque vivimos como si no fuéramos amados. Tememos que Él no tome cuidado de nosotros, creemos la mentira que dice que Dios solamente ayuda a aquellos que se ayudan a sí mismos. La cosa más importante que podemos descubrir es que el Dios de las Edades no anhela otra cosa más que lo conozcas a Él como Abba: el tierno Padre que quiere mecerte en Sus brazos y transformarte por medio de ganarte con la simple realidad de que nadie te ama más de lo que Él te ama.
Esta no es sólo una deducción intelectual, es una revelación en el centro de nuestro ser. Pídele que te dé esto. Ora para que Él te muestre con claridad, cada vez más, lo tanto que te ama. ¡Sólo así, podrás vivir una vida verdaderamente desarrollada!

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